110 AÑOS DESPUÉS DEL NACIMIENTO DEL GENERAL DE LAS CAÑAS

Sus contemporáneos lo vieron cortando caña en torno a las centrales de Nazábal y Constanza, y también en las labores de depuración de azúcar. En el tiempo libre, se dedica a recoger tabaco en su ciudad natal.

Jesús Menéndez Larrondo nació el 14 de diciembre de 1911 en la localidad de Encrucijada, antigua provincia de Las Villas. Hijo de un capitán del Ejército Libertador, heredó su linaje rebelde, pero también la pobreza del hogar que lo obligó a trabajar nada más dejar la escuela primaria.

Sus contemporáneos lo vieron cortando caña en torno a las centrales de Nazábal y Constanza, y también en las labores de depuración de azúcar. En el tiempo libre, se dedica a recoger tabaco en su ciudad natal.

El despliegue de movimientos sociales, incluidos los trabajadores, durante la dictadura de Gerardo Machado, impactó a los jóvenes, descontentos con las condiciones de vida y de trabajo de los sectores más humildes de la sociedad neocolonial, mucho más sensibles en la población pobre negra y mulata, que sufría doble discriminación. Rápidamente se unió a la lucha sindical, razón por la cual sufrió persecución y encarcelamiento. Dirigió el sindicato de la central Constanza y participó en la creación de la Federación de Trabajadores de Las Villas.

En 1930 fundó el núcleo del Partido Unión Comunista Revolucionaria en Encrucijada y al año siguiente se incorporó a él con la responsabilidad de organizar la Liga de la Juventud Comunista en esa región. Dos años después, creó el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Azucarera (SNOIA). Su activismo no paró, y en 1934 participó en el IV Congreso Obrero, también conocido como Unidad Sindical.

La madurez y el prestigio que adquirió le permitió fundar la CTC en 1939 con Lázaro Peña, mismo año en que fue nombrado delegado a la Asamblea Constituyente y luego elegido diputado en la Cámara por el Partido de la Unión Revolucionaria Comunista. Gracias a su ejecución, los trabajadores del sector obtuvieron importantes mejoras, una de las cuales fue el denominado diferencial azucarero que estipulaba, ligado al precio internacional de los dulces, aumentos salariales para los trabajadores azucareros.

Asimismo, obtuvo la introducción en la Ley de Coordinación del Azúcar de cláusulas de garantía que protegían al consumidor nacional del aumento de precios de los productos alimenticios y materias primas importadas de Estados Unidos. Además, gestionó la inclusión de los trabajadores azucareros en los beneficios de descanso remunerado y el acceso de sus esposas a la maternidad laboral, así como la creación del Fondo de Pensiones y Asistencia Social para los trabajadores de este sector.

Entró en una amarga polémica con representantes de los intereses de la burguesía azucarera, como José Manuel Casanova, el llamado zar del azúcar, presidente de la Asociación Nacional de Propietarios y del Instituto Cubano de Estabilización del Azúcar.

Durante la genuina administración de Ramón Grau San Martín y en el contexto de la Guerra Fría, la persecución a los dirigentes obreros y comunistas no duró mucho. Se dice que Jesús Menéndez se encuentra entre las víctimas. El 22 de enero de 1948 el capitán Joaquín Casillas Lumpuy lo mató a tiros en la estación de tren de la ciudad de Manzanillo, dejando así el ejemplo del «General de las Cañas», como lo llamó el poeta Nicolás Guillén.