Tomado de Periódico granma
«Mi pasión sale por mis poros cuando se trata de la Revolución». Cuba habló con la voz de Raúl, que es la de Fidel y su pueblo, y porque la historia traza estos paralelos cuando se le es fiel. Lo hizo el 11 de abril -hace seis años- apenas 120 años después de que José Martí pusiera un pie en la tierra donde nació para iniciar la guerra necesaria. Por si fuera poco, el auditorio era la Cumbre de las Américas, en la ciudad de Panamá.
El General del Ejército sacó de su pecho esta sentencia, para entregarla a todo el continente, qué sentimiento de fidelidad a esta Revolución que dio a luz a nuestro socialismo, también en abril, pero en 1961. Sin embargo, había sido «engendrada». mucho antes, en este cuarto mes del año, pero en 1892, cuando, el día 10, el Apóstol entregó al Partido Revolucionario Cubano a su tierra natal.
“El socialismo es y será esperanza, única esperanza, único camino para los pueblos, los oprimidos, los explotados, los saqueados; ¡el socialismo es la única alternativa! Y hoy, cuando los enemigos quieren ponerlo en tela de juicio, hay que defenderlo más que nunca ”.
– Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) 5 de diciembre de 2020
Abrimos este mes de abril de 2021 con dignidad y nobleza en la superficie, con el Comandante en Jefe, legado por cierto, en el pecho de los cubanos y cubanas. Y también lo estamos haciendo en combate, contra la pandemia del covid-19, y contra el mismo bloqueo imperial que él predijo se intensificaría, para hacer cada una de las victorias más gloriosas.
Con la sensibilidad y la belleza que han acompañado a la valentía de este pueblo, la primavera cruza el umbral de otro abril, cuyas puertas se abren a un histórico Congreso, el 8 del Partido Comunista de Cuba, heredero del de 1892, del que dijo su fundador. : “La unidad de pensamiento, que de ninguna manera significa servidumbre de la opinión, es sin duda una condición indispensable para el éxito de cualquier programa político.
Fidel dedicó su vida a esta unidad que, al hacer germinar el primer Comité Central del Partido Comunista de Cuba en octubre de 1965, coronó un armonioso proceso de todas las fuerzas que contribuyeron a la emancipación definitiva de la nación. Las jornadas de abril de 2000 apenas llegaban a su fin cuando, a la mañana siguiente, nos dijo: «La revolución es unidad», que es no sólo el sustento del triunfo de esta obra de soberanía y democracia. Independencia, sino el atributo el imperialismo es el que más teme. todo su fauno de vendedores sin hogar pagados.
Es por esto que el encuentro de militantes del Partido Comunista de Cuba, que comenzará el 16 de abril, día en que Cuba se declaró revolución socialista hace 60 años, y culminará el 19, cuando el socialismo derrotó al imperialismo por primera vez en América. , es el Congreso de la Continuidad de esta Unidad.
A través de ellos, y con ellos, Cuba ha enfrentado la pandemia de manera holística, en la que el sistema científico, forjado con la visión socialista de su creador, sueña y hace realidad la esperanza con sus cinco vacunas candidatas, que serán, en su propio año de Congreso, inmunice a toda su población. Así actúan el socialismo y un Partido Comunista, como hacedores del bien y protectores de la condición humana, aunque ellos, inquisidores de ideologías, quisieran quemarlos en la hoguera.
A través de ellos, y con ellos, los ciudadanos de este pequeño y al mismo tiempo gigante archipiélago tienen pleno acceso a la vida política y social; salud y educación gratuitas y un sistema de seguridad social que no deje a nadie indefenso. La continuidad y la unidad enfrentaron resueltamente todo tipo de discriminación; promueven la igualdad de oportunidades, el respeto de los derechos de los niños y las mujeres, amplían la participación en el deporte y la cultura y construyen una sociedad basada en el conocimiento; garantizan el más básico de los derechos: la vida. Estos son, en definitiva, los manantiales de la justicia vencida.
Fue la Revolución la que, según Fidel, fue la que trajo al Partido al mundo, y la está impulsando. Es el fundamento de la paz que disfrutamos, de la alegría compartida de un pueblo que se expresa en el campesino que ara la tierra para alimentarse; en los centros científicos, donde la ciencia no es una habilidad, sino que ayuda al Gobierno y se convierte en una herramienta y una palanca para su gestión; en el altruismo de sus médicos y en el esfuerzo de sus trabajadores; en el amor al balón, en la defensa de su cielo y sus costas, en el trabajo de sus esposas y en las sonrisas de los niños; en danza y música, cine y teatro, artes visuales y literatura. Es, sin duda, la realización del alto lirismo de un país.
De esta obra eminentemente humana, que los poderosos centros hegemónicos quieren desaparecer, simplemente porque ha basado su desarrollo en los pilares de los valores de su pueblo, y no en cánones de lucro a toda costa y a toda costa, el Partido está su centinela más celoso. Nada le es ajeno, porque su razón de ser, forme o no parte de sus filas, son las aspiraciones y logros de los cubanos y cubanas, lo que también le otorga la condición de Partido Popular, que Fidel definió como un honor, pero nunca privilegio.
Allí encuentran su esencia las palabras del presidente Miguel Díaz-Canel, cuando en los espacios de preparación de la nominación partidista les dijo a los delegados que el Congreso no puede ir por un lado y los problemas del pueblo por otro. Por eso también subrayó que el ámbito amplio y transversal de la economía es hoy el frente más importante para el país y, en consecuencia, para el Partido; así como la preparación de aquellos cuya misión es liderar los procesos, los ejecutivos; y el enfrentamiento en el campo político-ideológico, ante una campaña sucia, burda y engañosa, financiada y organizada por un gobierno extranjero, llamado Estados Unidos.
Hay que explicar claramente la continuidad y la unidad para ver allí el medio sobre el que hoy este pequeño país es el que mejor ha controlado el covid-19, no porque sus arcas estén llenas, sino porque ha demostrado que su socialismo, su gobierno y Su Partido ha sido más eficaz que todo el mundo desarrollado, a pesar de la intensificación de un bloqueo mortal. Sí, debería llamarse así, porque persigue la maldad de cada uno de nosotros. Pero la continuidad y la unidad son también un enfrentamiento con lo mal hecho, una búsqueda constante de la eficiencia, una eterna censura al descuido, el buen gusto y las buenas prácticas. En resumen: desarrollo.
Por eso el Partido y su 8vo. El Congreso es poesía, y sus versos son la conceptualización del modelo económico-social, la Estrategia Económica, las Orientaciones y el Plan de Desarrollo hasta el 2030, todo ello albergado bajo este gran poemario que es la Constitución de la República. Porque estas palabras expresan la unidad y continuidad del futuro de la Patria.