Explorar estrategias para fortalecer el control biológico en la agricultura fue el foco de un taller interno realizado en el Instituto de Investigaciones en Sanidad Vegetal (INISAV).

El intercambio, explicó la directora de la institución científica, Marlene Veitía Rubio, quien también saludó el Día de la Ciencia Cubana, se centró en tres aspectos fundamentales: evaluar los problemas que presenta un grupo de cultivos prioritarios que requieren investigación y soluciones con productos orgánicos; evaluar el estado de las tecnologías obtenidas en el establecimiento y las mejoras que necesitarían, para contribuir a la mejora de los bioproductos que hoy existen y, de acuerdo con las condiciones actuales, qué nuevas investigaciones debemos emprender para desarrollar nuevas nuevas líneas y nuevos bioproductos.
Según el director, recientemente se aprobó un proyecto de investigación relacionado con la obtención de nuevos bioproductos para el control de la plaga que afecta al frijol, con estudios ya incipientes realizados a partir de mezclas de principios activos de microorganismos y también de sus metabolitos. . «Todavía está en la etapa de laboratorio, pero el proyecto está diseñado para escalarlo», dijo.
Sobre el taller, La investigadora Orieta Fernández-Larrea Vega, asesora del INISAV para el control de plagas agrícolas, subrayó: “queríamos que este taller analizara cuáles son las estrategias futuras que debe seguir el Instituto de Investigaciones en Sanidad Vegetal en cuanto al desarrollo y uso de productos para el control de plagas .

Según señaló, este es uno de los principales temas en los que la institución viene trabajando desde hace más de 30 años, donde se han encontrado las tecnologías que están actualmente en los Centros de Reproducción de Entomófagos y Entomopatógenos y en las fábricas de bioplaguicidas del país”. pero tenemos que dar un salto, sobre todo un salto cualitativo en la calidad de los productos y la estabilidad de las producciones y para eso hay que establecer una estrategia de investigación+desarrollo”.
“Hay experiencia acumulada e interés por parte de los directivos del instituto, de sanidad vegetal, del Ministerio de Agricultura y del país y sabemos que podemos dar este salto, obteniendo productos más competitivos, más estables, más eficientes y sobre todo trabajar duro. en la crianza de artrópodos, como producciones más terminadas que puedan garantizar estabilidad, distribución y competitividad, porque estos productos tienen un fuerte mercado internacional, básicamente para América y el Caribe”, dijo.
Para el investigador, los productos orgánicos no sólo han demostrado su capacidad de sustitución de importaciones y su eficacia en el combate a las plagas, sino también en el respeto al medio ambiente y en una alimentación sana, con efectos sobre la salud. Por ello, “debemos dedicar todo el esfuerzo, tiempo, interés y ciencia que esto requiere, porque requiere de ciencia bien aplicada, con controles de calidad muy efectivos, para realmente poder lograr lo que necesitamos”.
A su vez, aclaró, los bioproductos no son un medio solo para un determinado período o momentos de crisis, es una alternativa que se impone en todo el mundo, pues si bien no resuelven el 100% de los problemas, son una parte muy importante. alternativa para minimizar el uso de agroquímicos.
De acuerdo con la directora del Inisav, Marlene Veitía Rubio, el taller se insertó en la jornada del 45 aniversario del instituto y también en recuerdo que el pasado año 2021 se cumplieron 30 años de las visitas que inició el comandante en jefe Fidel Castro a la instituto y el impulso que le dio al programa de bioproductos en Cuba.
“Con ese impulso que dio, se creó la red de 220 Centros de Reproducción de Entomófagos y Entomopatógenos y se concibió la idea de plantas productoras de bioplaguicidas, con mayor nivel de producción y con tecnologías semi-industriales o industriales”, recuerda. .

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