La familia cubana tiene muchas preocupaciones sobre las medidas adoptadas por el Ministerio de Educación para hacer frente al COVID-19.
Hoy publica el diario Granma entrevista a Mary Carmen Rojas Torres, jefa del Departamento de Salud Escolar para aclarar algunas inquietudes.
Debido a la importancia del tema, el Ministerio de Educación está retomando las respuestas a las principales inquietudes.
–¿Cómo se prepara la educación para Covid-19?
–En las escuelas y otras entidades del sector se organizan jornadas de formación para los trabajadores en primer lugar, con el fin de prepararlos según el nivel de educación de que se trate.
“Se llevó a cabo con la participación de profesionales de la salud, particularmente en el reconocimiento de síntomas, así como en las medidas preventivas. «
– ¿Qué medidas concretas se han adoptado?
–Las medidas concretas más importantes están vinculadas a la atención directa de la salud de los niños y trabajadores, por ejemplo, aislando, si es necesario, o prohibiendo la entrada a los centros educativos de personas con infecciones respiratorias agudas. La vigilancia incluye a los estudiantes con síntomas asociados con fiebre y tos, quienes también serán aislados al ser detectados, mientras se notifica a sus familias y a la zona de salud.
“Otra medida de atención a la salud de los niños y trabajadores se refiere al saneamiento de los locales de la institución y de todas las superficies lisas: mesas, ratones de computadora, teclados, puertas, pasamanos, y otras que durante la preparación se identifican como posibles vías de transmisión del virus.
“Lo más importante es asegurarse de que los niños y los trabajadores se laven las manos. Debe ser un ejercicio sistemático, no esporádico, cuando llegan por la mañana, siempre que van a comer, si es posible.
«El ministerio ha tratado de crear las condiciones en tantas instituciones como sea posible, para que haya agua permanente en algún lugar (un fregadero, un grifo), donde uno pueda lavarse las manos».
Sobre este tema, el ministro de Educación llamó a las familias a no llevar a los niños enfermos a escuelas y guarderías, y agregó que los maestros con síntomas respiratorios tampoco deben estar frente a la clase.
Las autoridades sanitarias también insistieron en este aspecto, e indicaron el mismo procedimiento de no asistir a clases ni al trabajo, si una persona, ya sea niño, joven o adulto, presenta síntomas respiratorios.
– ¿Hay suficiente personal de salud en las escuelas?
–Se mantiene la cobertura de médicos y enfermeras en los centros identificados como prioritarios. Con la presencia del virus en el territorio nacional, se modificará según lo estipulado en el plan de prevención y control, que es un plan de país.
– ¿Qué sucede si un niño o trabajador de la escuela muestra síntomas sospechosos?
– Si durante el desarrollo del día un niño o un trabajador comienza a tener síntomas, este niño o trabajador es aislado en un lugar del establecimiento educativo, la zona de salud, se notifica a la familia, y el protocolo que en el plan nacional es estipulado.
“Luego lo llevarían a los centros identificados por Salud para hacer todo el proceso de diagnóstico, para averiguar cuál es la verdadera causa de su condición. Si se confirman las sospechas, Salud ubicará personal especializado en la escuela del niño o trabajador enfermo para dar seguimiento a los que han estado en contacto.
–¿Cómo preparar a los alumnos según su nivel de grado, para que sepan qué hacer con los síntomas de la enfermedad?
–Esto tiene dos significados: primero, lograr comportamientos de salud de acuerdo con las medidas focalizadas. Si tose, doble el codo, sepárelo tosiendo o estornudando, lávese las manos con frecuencia. Aquellos, que deberían ser hábitos, se pueden entrenar desde la infancia hasta el preuniversitario.
“Por eso incluimos a los alumnos en la formación. Teniendo en cuenta las edades, es posible hacer todas las alertas, por ejemplo para decirles: «Si empiezas a sentirte mal y notas que tu temperatura empieza a cambiar, no puedes esperar a salir de la escuela para decir . -el. Informe de inmediato a su guía del profesor ”. Esto es parte de la formación, de esta información sistemática que nos ha pedido el país para hacer frente a este nuevo coronavirus, pero sin generar pánico.
“Con síntomas y fiebre, un niño mayor de cuatro años generalmente te dice cuándo comienza a sentirse mal; Pero aún así, la detección es muy importante, la observación de los adultos alrededor de los niños es vital. En estos momentos, los adultos deben estar atentos y, si notan algún cambio, deben poder señalarlo y buscar atención.
“Lo mismo ocurre con nuestros trabajadores: en la medida en que aumentan la percepción de riesgo y sensibilizan sobre la necesidad de informar a tiempo, la garantía de superar la propagación es mayor.