Anuncio de los ganadores del Premio Ingeniería Vida y Trabajo 2022

La (aparente) noticia es que -este año- ningún ciudadano de la ciudad ha resultado ganador del Premio Vida y Obra de Ingeniería, acostumbrados a arrasar -o al menos a tener un representante entre los laureados- con la distinción, la distinción más importante, que -desde 1996- emiten las cuatro empresas de la Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de Cuba (UNAICC), que agrupan a los egresados ​​de nivel superior de esta categoría, en especialidades afines al mencionado sector.

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Foto: Elías Argudín Sánchez

Pero esto solo resulta técnicamente. El maestro, el ingeniero Mario Ruperto Pila de la Osa, quien presentará su candidatura por Matanzas, y finalmente será el elegido por la Sociedad de Ingenieros Mecánicos, Eléctricos e Industriales (SIMEI), nació y creció en La Habana, egresado de la Universidad Tecnológica de La Habana (CUJAE), y aquí desarrolló prácticamente la larga y fructífera vida profesional de casi 40 años, por lo que fue reconocido, mientras que hace apenas siete años se mudó a Atenas de Cuba, por motivos estrictamente personales. Entonces, el que fue llamado al podio fue un hombre de la capital.

Esta verdad que ni la misma Pila de la Osa negaría, fue reconocida también por la ingeniera Rosa Cecilia Calzado Brossard, presidenta de dicha empresa, y a su vez por el jurado formado al efecto, para luego subrayar la meritoria y prolongada labor de nuestro compatriota, así como el médico, -el ingeniero Luis Gerónimo García Faure -su colega santiaguero con quien compartió los honores-, y reconocer la calidad, el prestigio y la actualidad de la labor de los afiliados de La Habana, a los que aseguró que si no tenían (otros) pergaminos era sólo porque apenas presentaron registros en subasta.

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Mercedes, presidenta de la UNAICC. Foto: Elías Argudín Sánchez

El resto de los Premios Vida y Obra de Ingeniería, de esta edición, correspondieron al Doctor Ingeniero René Antonio García Depestre (Villa Clara), de la Sociedad de Ingenieros Civiles (SIC); y por la Sociedad de Ingeniería Hidráulica (SIH) -compartida- para los Magister en Ciencias -ingeniero Jorge Antonio Rodríguez Rojas (Holguín) y María Elena Luna Castellanos, además de la Sociedad de Ingeniería en Geociencias y Química del sector de la Construcción (SIGEQ), para el cual fue venerado el ingeniero doctor en ciencias Roberto Rodríguez Córdova (Holguín), quien lamentablemente falleció recientemente, luego de tomada tal decisión.

A nivel provincial, los premios Vida y Obra del Ingeniero correspondieron a la Maestría en Ciencias en Ingeniería Odalys Méndez Valdés, la Maestría en Ciencias en Ingeniero Juan Mario Junco del Pino, profesor ayudante, el ingeniero Juan Manuel Labadié Suárez y la Maestría en el ingeniero en ciencias Argelio Ricardo Moles, respectivamente por las empresas hidráulicas; Civil; Geociencias y Química, y Mecánica, Electricidad e Industria.

Mucho podría decirse sobre las actuaciones profesionales y la existencia de nuestros reconocidos representantes e incluso nominados, incluidos otros dos Bullmastiffs a nivel de país, pero las limitaciones de espacio sólo me permiten señalar que el premio lo otorgan jurados de prestigio que han considerado la utilidad y el valor del trabajo de toda una vida, los resultados de la docencia y la investigación, así como un comportamiento transparente en todos los campos.

En la conferencia de prensa donde se hicieron públicas tales decisiones, la arquitecta científica Mercedes Iraidy Elesther Savigne, Presidenta Nacional de UNAIACC, instó a los distinguidos a considerar el premio como la línea de meta y ahora entregar con más vehemencia a los efectos de aprovechar más conocimiento y competencias, para el desarrollo de la nación y la formación de nuevos profesionales.

Los rollos nacionales de acreditación se entregarán en dos actos, que tendrán lugar simultáneamente el 11 de enero -día del Ingeniero Cubano-, a las 10:00 horas, en Holguín (por las provincias de Ciego de Ávila en Guantánamo) y en La Habana, en este caso para el resto de territorios de la isla.

La celebración y la premiación fueron instituidas en honor a Francisco de Albear y Lara, nacido el 11 de enero de 1816 y convertido en uno de los ingenieros civiles más prestigiosos del país, autor del acueducto que lleva su nombre, aún en actividad. y considerada una de las Siete Maravillas de la Ingeniería Civil cubana.

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