Bloqueo contra Cuba y plan para continuar en Estados Unidos

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Tomado de Prensa latina

En exclusiva con Prensa Latina, la doctora en Ciencias Jurídicas Seida Barrera señaló que el núcleo de la política hostil contra la isla está compuesto por diversas leyes, como las leyes Torricelli y Helms-Burton, que solo el Congreso de Estados Unidos puede eliminar.

Según el experto, desde 1959 Washington consideró que un sistema socialista podía amenazar su posición de poder en la región, por lo que tomó medidas para eliminar esta amenaza: legalmente el bloqueo de Cuba comenzó en 1962, con la proclamación 3447 del entonces presidente John F. Kennedy.

“El presidente no tiene potestad para ordenar la derogación de las leyes antes mencionadas, sin embargo, sí puede suprimir las ordenanzas, proclamas, notificaciones y decisiones del ejecutivo relacionadas con este escaño”, se lee en el comunicado.

Además, tiene la facultad de actuar sobre los organismos y servicios federales puestos a su mando, los más recurrentes al respecto son los de Hacienda, Estado y Justicia.

El especialista también del Centro de Estudios Hemisféricos y de Estados Unidos señaló que las opciones para derogar las disposiciones del bloqueo podrían llevar años dada la complejidad de la maquinaria legislativa del Congreso.

«Fue diseñado de esa manera, aprovechando que la acumulación es un fenómeno inherente a este sistema. Por lo tanto, se quita un obstáculo y puede haber varios más», comentó.

Según fuentes oficiales, desde el 20 de enero de 2001 (fecha de toma de posesión del presidente George W. Bush) hasta el 3 de noviembre de 2020 (celebración de las últimas elecciones) se tramitaron 131 acuerdos legales relacionados con el bloqueo, de los cuales el 100 por ciento resultaron en extensiones. o cambios en la legislación anterior.

En opinión de Barrera, la administración de Barack Obama (2008-2016) ha demostrado todo lo que se puede hacer para flexibilizar la aplicación de este escaño, ya que el mandatario ha firmado acciones ejecutivas que promueven un clima de seguridad.

«Con Trump, por otro lado, estamos viendo todo el daño que se puede hacer en un tiempo récord», dijo.

De hecho, la administración republicana ha dejado cifras de daños sin precedentes por esta política punitiva contra Cuba en 2020, exacerbada durante la pandemia.

El canciller de la isla, Bruno Rodríguez, informó recientemente que, por primera vez en seis décadas, esta política hostil ha provocado pérdidas de más de cinco mil millones de dólares en un año.

Por otro lado, la aplicación extraterritorial se agravó entre 2019 y 2020 cuando la Oficina de Control de Activos Extranjeros impuso 12 sanciones, que superaron los dos mil 403 millones 985 mil 125 dólares.

Según el experto, la coacción de Estados Unidos comenzó con el triunfo revolucionario, el 1 de enero de 1959, al presionar a las empresas extranjeras para que detuvieran sus ventas en Cuba, luego la ley Torricelli (1992) amenazaba con sancionar a los países que hubieran cooperado. con la isla y Helms-Burton (1996) perfeccionó este mecanismo.

Bajo Donald Trump, se tomaron acciones legales bajo la última legislación por primera vez en 23 años.

La actuación de demócratas y republicanos, los intereses de los grupos de poder y las sanciones como medio de presión muestran a Barrera que, en última instancia, «la política se aplica con diferentes estándares, en función de los intereses de las élites interesadas».