Calixto García Iñiguez: una de las principales figuras del independentismo cubano

En un día como hoy, hace 123 años, falleció el General de las Tres Guerras Calixto García Íñiguez en vísperas de su 60 cumpleaños.

El 11 de diciembre de 1898, el General de las Tres Guerras, Calixto García Íñiguez, murió en el Hotel Raleigh de Washington, de neumonía, en vísperas de cumplir 60 años.

Nació en Holguín, el 4 de agosto de 1839, calle San Diego, provincia de Holguín, hijo de Ramón García González y Lucía Íñiguez Landín. Residió temporalmente en La Habana y Trinidad hasta que finalmente se instaló en Jiguaní, donde se convirtió en dueño de un techo y unas tierras de caballería.

Conspiró contra la dominación española en una logia masónica fundada por Francisco Vicente Aguilera y en el grupo Jiguaní vinculado a Donato Mármol, con quien tomó las armas el 13 de octubre de 1868, siguiendo las instrucciones de Carlos Manuel de Céspedes. Rápidamente comenzó a ascender en las filas militares, hasta el punto de ocupar el grado de general de brigada en el segundo año de la Gran Guerra y tomar el mando de la división holguina del Ejército Libertador.

Mientras intentaba evitar conversaciones de paz entre oficiales españoles y algunos líderes cubanos en la zona entre Manzanillo y Bayamo, no autorizados por el gobierno de la armada República de Cuba, fue sorprendido por una columna enemiga en el lugar conocido como San Antonio de Baja. En un encuentro tan desigual y ante la posibilidad de ser hecho prisionero, prefirió el suicidio. Gravemente herido en este intento, fue detenido y trasladado como preso político a España, donde permaneció en el exilio hasta 1878.

Con la firma del pacto del Zanjón el 10 de febrero de 1878, y la continuidad de las acciones en el exterior, tomó el mando del Comité Revolucionario de Nueva York, liderando así la denominada Guerra Pequeña hasta su fracaso en 1881.

Capturado y exiliado, permaneció en Europa hasta el comienzo de la guerra de 1895, huyó de España y se instaló en Estados Unidos, donde se unió a la emigración y preparó una nueva expedición por la independencia. Se distinguió en importantes acciones en la zona centro-oriental y fue nombrado teniente general del Ejército Libertador tras la muerte del general Antonio Maceo. En estas funciones ocupó el cargo hasta el 13 de agosto de 1898, cuando fue destituido por la Junta Directiva.

Durante la intervención norteamericana, Calixto trasladó parte de sus tropas por mar al este de la ciudad de Santiago de Cuba, desembarcó las fuerzas americanas y lideró el avance sobre las fortificaciones españolas; Mientras tanto, otras fuerzas mambi cerraron los caminos de acceso por tierra e hicieron imposible la llegada de refuerzos y recursos. Cuando el líder norteamericano le impidió ingresar a la ciudad de Santiago de Cuba, una vez consumada la victoria, partió hacia Jiguaní y presentó su renuncia. En una carta al general William R. Shafter, fechada el 21 de julio de 1898, expresó su indignación y reveló las intenciones dominantes de la nueva ocupación.

En septiembre de 1898 fue elegido como uno de los representantes a la Asamblea de Santa Cruz del Sur, por el Quinto Cuerpo de Ejército (La Habana-Matanzas), al mando del Mayor General Mario García Menocal Deop. Posteriormente fue enviado por la Asamblea a Washington para buscar el reconocimiento de este cuerpo político y obtener fondos para autorizar al Ejército de Liberación. En este país conoció a importantes personalidades políticas, entre ellas el propio Presidente de la República. Fue precisamente en este contexto que lo sorprendió la muerte y con ella desapareció una de las figuras destacadas de la independencia cubana.