Este miércoles, los cubanos conmemorarán el 150 aniversario del inicio de su búsqueda de la independencia. Así, la figura de Carlos Manuel de Céspedes, abogado de Bayamo, representante del sector más radical de la época (mediados del siglo XIX), y principal artífice del levantamiento de La Demajagua el 10 de octubre de 1868, es alabada porque merece .
Céspedes propuso ese día, por primera vez, la abolición gradual de la esclavitud para sumar esclavos y terratenientes en el concurso.
Él, también bautizado Padre de la Nación, elaboró luego un documento que recogía los objetivos, causas y principios que los criollos debían plantear para afrontar el despotismo y la esclavitud impuestos por la metrópoli española. También predicó con el ejemplo frente a sus compatriotas ofreciendo libertad a todos sus vasallos.
El texto del documento conocido como “Manifiesto del 10 de octubre” decía: “… Todo el mundo sabe que España gobierna la isla de Cuba con un sangriento enfrentamiento… que, habiéndola privado de todo poder político, libertad civil y religiosa, sus infelices hijos son expulsadas de su suelo a climas remotos o ejecutadas sin entrenamiento de prueba por comisiones militares en plena paz … cura sus males sin ser tratada como rebelde y no tiene otro recurso que callar y obedecer … «
A partir de ese momento, germinó lo que sería el Ejército Libertador o Mambí, con su primer combate en Yara, lugar donde también sufrieron la primera derrota de la hazaña en el preámbulo de la llamada Guerra de los Diez Años., Una etapa de duro combate en el monte.
Sin embargo, a partir de ese momento, reconoció que a pesar de las pérdidas sufridas, doce hombres serían suficientes para lograr la victoria.
La captura de Bayamo el 20 de octubre del mismo año fue una acción memorable y heroica en la que se pudo comprobar su valentía. Aquí, con Pedro Figueredo, los combatientes entonan el himno nacional preliminar.
Por sus avanzadas ideas y el dinamismo que le dio al avance de la campaña anticolonial, fue designado representante ante la Asamblea Constituyente de Guáimaro por la ex provincia de Oriente, y más tarde presidente de la República en armas, período que duró de 1969 al 27 de octubre de 1873 cuando la Cámara de Diputados lo destituyó por desafortunadas contradicciones, intereses locales y desunión, flagelos que minaron la fuerza de la campaña contra un enemigo todavía poderoso como España.
Esto resultó en una falta de apoyo y otros contratiempos posteriores, pero Céspedes no desistió de sus esfuerzos para seguir contribuyendo a la Revolución. Y el 27 de febrero de 1874 murió como era, un patriota, luchando contra los invasores que intentaban capturarlo.