En este atroz crimen murieron 73 personas, incluidos integrantes del equipo juvenil cubano de esgrima, que regresaban a casa luego de ganar máximos honores en el campeonato centroamericano y caribeño de la especialidad. Había 24 deportistas, 16 de los cuales apenas tenían 20 años de media.
El terrible hecho estuvo encabezado por los terroristas de origen cubano Luis Posada Carriles (1928-2018) y Orlando Bosch Ávila (1926-2011), empleados del imperio de Estados Unidos, quienes murieron sin respuesta por sus crímenes.
Con respecto a este horrendo hecho, el 6 de octubre se ha establecido como el Día de las Víctimas del Terrorismo, un día para exigir el fin de la impunidad y las acciones violentas contra la nación caribeña.
Fuentes: EcuRed, Cubadebate