De la comunidad al ámbito mediático, los caminos recorridos y los tramos por superar

Rogelio Polanco Fuentes, miembro del secretariado del Comité Central y jefe de su departamento ideológico, sostuvo un intercambio con los integrantes de la presidencia nacional de la UNEAC, quienes se reunieron esta semana en la capital

Foto: Extracto del sitio web de la UNEAC
El pleno reconocimiento de la dirección del Partido a los escritores y artistas por su papel decisivo en la preservación y continua renovación de los consensos sociales en torno a la Revolución, y la confianza en el peso de la producción y el pensamiento artístico y literario en el momento de enfrentar los desafíos de la Revolución. el tiempo presente ha confirmado la certeza del camino recorrido, histórica y continuamente actualizado, por la vanguardia intelectual y creativa reunida en la Uneac.

Tan estimulante perspectiva la compartió Rogelio Polanco Fuentes, miembro del secretariado del Comité Central y jefe de su departamento ideológico, durante un intercambio con integrantes de la presidencia nacional de la organización, quienes se reunieron esta semana en la capital, luego de un año sin rostro. reuniones presenciales debido a la situación epidemiológica.

Cuántos escritores y artistas han contribuido a forjar valores éticos y cívicos en estos momentos cruciales, pero, sobre todo, de qué manera concreta estos aportes encontrarán cauce en el futuro, surgieron como las preguntas centrales difundidas durante el diálogo que coronó Tres días de intenso trabajo.

Se trata de avanzar por caminos recorridos desde hace años donde, sin embargo, aún quedan muchos tramos por recorrer a paso firme y en tiempos que no admiten dilaciones: del barrio al ámbito mediático, de la escuela como ámbito cultural más importante de la comunidad para su proyección en redes y plataformas digitales.

En todo el país, la Uneac participa desde hace mucho tiempo en proyectos socioculturales comunitarios. Más de 70 integrantes de la organización en La Habana realizan proyectos y coordinan trabajo comunitario, dando continuidad a un compromiso nacido en 1994, en medio de la crisis económica de esa década. Luis Morlote, presidente de la Uneac, recordó que esta labor muchas veces ha tenido que superar incomprensiones y falta de apoyo que no han hecho temblar vocaciones irreductibles. Este impulso se ha reactivado favorablemente en momentos en que las comunidades se encuentran en la vorágine de procesos de transformación social.

Las experiencias acumuladas dan el salto hacia la sistematización de la ciencia. Un ejemplo está en Las Tunas, donde la escritora Lourdes Jacobo, presidenta del Comité Provincial, abordó en su tesis doctoral en ciencias de la educación un posible modelo para la incidencia de los creadores en los proyectos pedagógicos estéticos y la formación de valores en una escuela. En el campo de los medios de comunicación, donde las expectativas plenamente satisfactorias aún están lejos de cumplirse, Juan Ramírez, presidente del Comité Provincial de Granma, se doctoró con una investigación sobre la concepción cultural de la televisión local. Ambos aportes merecen ser conocidos y discutidos en áreas más amplias.

El intercambio también se centró en el compromiso de la organización con el Programa para el Adelanto de la Mujer, a partir de iniciativas anticipatorias, como el Proyecto Todos, impulsado por la Comisión de Cultura, Género y Derechos Humanos, y con el Programa Nacional contra el Racismo y la Equidad. Discriminación Racial, en el que ha sido fundamental la experiencia de más de diez años de actuación de la Comisión José Antonio Aponte.

Entre los temas que requieren un tratamiento específico urgente se encuentran el fomento del coleccionismo institucional de obras de arte y su reflejo en las políticas fiscales, así como el redimensionamiento de las industrias culturales para que respondan a los principios y valores de nuestro modelo social y atemperen el escenario. de los actores económicos actuales.

La Revolución cuenta con artistas e intelectuales, subrayó Polanco, porque no se concibe la Revolución sin cultura. Para ello, el diálogo fluido y mutuamente enriquecedor entre la vanguardia política y la vanguardia artística y literaria constituye una fortaleza innegable, que hunde sus raíces en las palabras de Fidel a los intelectuales y en una práctica desarrollada a lo largo de más de seis décadas, continuamente fertilizado. El liderazgo político actual no sólo es consecuente con este patrimonio, sino que lo fertiliza y desarrolla constantemente.

Polanco también llamó la atención sobre el proceso de crecimiento que atraviesa la UNEAC y la necesidad de sumar talento joven y probado.

El escritor Abel Prieto intervino para contextualizar las tareas intelectuales, necesarias para una articulación coherente que permita avanzar en el desmantelamiento de las matrices de opinión colonizadoras y las distorsiones de las jerarquías culturales en nuestro entorno.

Respecto a los resultados de las sesiones de la presidencia de la Uneac, Morlote significó la consistencia del accionar de la organización en todo el país en los últimos dos años, marcados por la pandemia y las graves restricciones derivadas del recrudecimiento de la hostilidad imperial. Punto por punto se dio seguimiento a los acuerdos y planteamientos del IX Congreso de la UNEAC, tanto a nivel nacional como territorial. El trabajo no se ha detenido ni un minuto, pero tenemos la obligación, subrayó, de comunicar mejor y con más impacto lo que estamos haciendo.