Compatriotas:
En esta hora de agresión imperialista y subversión anexionista, la Patria nos llama con el grito mambí de «Viva Cuba libre”. Somos heredados y nos ayuda la herencia de Céspedes y Agramonte; Martí, Gómez y Maceo; Mella, Villena y Guiteras; Che y Fidel. Nos enseñaron que «Morir por la patria es vivir”. No nos dejen engañar los viejos actores con las nuevas caras del cambio de régimen, que son los mismos que en la historia, aspiraban y aspiran a doblegar el Proyecto Nación que sigue siendo nuestra posible utopía para construir. Creemos en la perseverancia y queremos la continuidad de un sistema que es la independencia nacional, un proyecto y un programa de desarrollo sostenible y justicia social viable. Derecho y razón de una Nación que aprendió de sus padres fundadores que la libertad no es la que impone la agresión, con recetas ajenas, y los hijos de siete meses, pagados para negar a la madre que los falsificó, sino que nace de nuestras propias exigencias, con amor. por principio y solidaridad por comportamiento. El socialismo fundacional en Cuba, construye sonrisas y no desigualdades, forja esperanzas y no incertidumbres. Es perfectible, en el alumno crítico de cada generación actual, que nunca lo perjurará, porque es el resultado de sí mismo, y como «vino de plátano» lo prefiere en la medida en que es el resultado de nuestra creación. Con él garantizamos la felicidad y salud de nuestros hijos, el sereno crecimiento de nuestros adolescentes y jóvenes, el amor y seguridad de nuestros padres, la garantía de una vida digna para nuestros abuelos. Y para que quede claro, no se le puede despedir, sino a costa del asesinato de todo un pueblo que, si sucediera, se volvería a escuchar aquí, las palabras del gigante pegado al «gran sombrero» que recuerdan a Bonifacio Byrne «Nuestros muertos levantando los brazos, aún sabrán defenderlo”.
Es un pueblo de Cultura, Política y Cultura Política que ratifica hoy, como ayer; «Con Cuba para siempre”. Seguiremos confiando en la paz, en la hermandad de los ciudadanos y en el activismo de la lucha por la verdad, que siempre ha sido y siempre será revolucionaria.
El amor nos ayuda, la victoria seguirá siendo nuestra.
Funcionarios, docentes, estudiantes y familia, por el país y con la vida, seguiremos siendo la continuidad de una generación arraigada en nuestro grito de guerra: «Patria o muerte, ganaremos».
Lo juramos.