Tomado de Presidencia de Cuba
(Versiones cortas – Presidencia de la República)
Señor Director General ;
Excelencias los Jefes de Estado y de Gobierno:
Me honra traer a esta Cumbre Virtual la voz de Cuba, un pequeño país en desarrollo, donde los trabajadores en el poder luchan a diario por consolidar toda la justicia, los sueños y el compromiso de los padres de la nación.
Hoy, como siempre durante los últimos 61 años, Cuba suscribe los nuevos y serios desafíos con los que la Organización Internacional del Trabajo entra en su segundo siglo de existencia.
Cuando los efectos del COVID-19 se suman a los desafíos que ya enfrentaba el mundo del trabajo, bajo las duras reglas del mercado, son innegables las devastadoras consecuencias que las múltiples crisis generadas por esta pandemia tendrán en las economías de todos los países. . .
El desempleo ha aumentado. Aumenta la falta de protección social y con ella aumentan las desigualdades y la pobreza.
Pero no debemos engañarnos a nosotros mismos. Los terribles impactos y las terribles consecuencias de la pandemia en todo el mundo no se deben solo a este virus mortal. Años de política neoliberal y capitalismo salvaje, regidos por concepciones del mercado, son la causa más profunda de la grave situación mundial.
Los expertos dicen que ya se han perdido 305 millones de puestos de trabajo y 1.600 millones de trabajadores ven amenazados sus medios de vida. Cientos de millones de personas están a punto de unirse a quienes ya sufren las desigualdades de un orden económico internacional injusto y cuya supervivencia está ciertamente en juego.
El momento es dramáticamente serio y exige una acción coordinada. Ni los gobiernos, ni los trabajadores, ni los empleadores pueden quedarse de brazos cruzados. Y el colosal esfuerzo al que debemos dedicarnos requiere encontrar soluciones que pongan los derechos de los trabajadores en un primer plano.
Quienes crean puestos de trabajo también necesitarán ayuda, especialmente los pequeños y medianos productores.
Es necesario consolidar el diálogo social en la definición y ejecución de políticas de enfrentamiento y recuperación después de la pandemia.
Señor Director General :
Cuba, una pequeña nación que ha enfrentado la pandemia del COVID-19, sufre el resurgimiento brutal y oportunista de la política de bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos, dirigida a estrangular totalmente nuestro comercio y nuestro acceso a los combustibles y a las monedas internacionales. .
A pesar de la creciente demanda global, el bloqueo contra Cuba no solo se mantuvo cuando surgió la amenaza epidemiológica a todo el planeta, sino que también se intensificó en su criminal hostigamiento a todas las personas, castigando a la familia cubana con especial furia.
En medio de esta guerra económica asfixiante, nuestro Gobierno ha implementado acciones para la protección de la salud de todos, el mantenimiento del empleo y la defensa de las garantías y derechos laborales para todos, que son baluartes de nuestro proyecto social.
Se han aplicado 36 medidas laborales, salariales y de seguridad social: se desarrollan el trabajo a distancia y el teletrabajo; les travailleurs ont été réaffectés à d’autres postes et les garanties salariales ont été étendues à ceux qui sont à domicile pour s’occuper d’enfants mineurs, de personnes âgées et de personnes dont la santé est fragile ou qui n’ont pas pu mudarse ; más de 240.000 trabajadores del sector no estatal estaban exentos de impuestos; se ha mantenido el pago de las pensiones y los trabajadores sociales están prestando especial atención a las familias necesitadas, entre otras acciones.
Nadie quedó indefenso. Hay condiciones para iniciar los procesos de recuperación y el camino hacia la nueva normalidad, basados en una participación más amplia de la población en el proceso de toma de decisiones.