Tomado de Hora21
Leonardo Ramírez Cruz, titular de este departamento en la Dirección Provincial del sector, dijo que tal política impide la adquisición de equipos, materiales y útiles en las 15 escuelas de este tipo en la provincia.
Señaló que el bloqueo también dificulta el mantenimiento e inversión necesarios en cada una de estas escuelas y dificulta la actualización de la tecnología existente, marcada por la obsolescencia, los años de operación y la imposibilidad de adquirir equipos y repuestos.
De esta forma, se daña la informatización de esta docencia y la oferta de cursos de informática, mientras que se incrementan los costos al tener que adquirir los recursos en mercados más lejanos, explicó Ramírez Cruz.
Agregó que el embargo, a su vez, afecta la compra de sillas de ruedas eléctricas para niños con limitaciones físicas y motoras y dificulta la participación de Cuba en el movimiento internacional de Olimpiadas Especiales.
Asimismo, para el sistema de educación especial, es difícil acceder a anteojos correctivos de alta graduación para niños con discapacidad visual, las máquinas Perkins, producidas en Estados Unidos y requeridas para escribir en Braille, también obstaculizadas por la falta de papel.
Entre los efectos provocados por el bloqueo, el funcionario también mencionó obstáculos para la obtención de pilas para audífonos o la imposibilidad de reemplazar los audiómetros utilizados para evaluar la agudeza auditiva, lo que complica el diagnóstico y luego la comunicación y el aprendizaje de los niños.