Este sábado el Malecón retomó su vida activa con variada oferta gastronómica y musical, tras la reciente apertura de numerosos servicios en la capital.
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Increíble. Parece un paraíso terrenal. Mismo carrito de helados. Sin más…..
Es bueno que todo sea así, espero que la gente se dé cuenta de que esta es una oportunidad más que Dios nos da para seguir disfrutando de lo bueno y no de lo malo que nos sigue bendiciendo a todos.
Las actividades en el paseo marítimo los fines de semana son muy necesarias y útiles. Pero hay que repensar el problema de las medidas sanitarias, en particular la actividad del sábado en la Tribuna antiimperialista «José Martí» que considero apresurada, al principio sin iluminación, en la práctica se ha convertido en una aglomeración de gente bailando, peor que las colas que tanta gente critica cuando las personas están una encima de la otra. No hubo ni pudo haber un distanciamiento elemental, en fin, un gran molote, como en los días en que no había pandemia. Recuerde, la pandemia no ha terminado y debemos evitar un revés.
Es necesario completar la entrega inicialmente prevista porque aún no se ha distribuido el plan del mes a Alamar.
Creo que es un extremo de la noche a la mañana abrirse a los festivales populares y la música. La mayoría de la población tiene muy mala opinión de esta decisión del gobierno y las autoridades partidistas de la capital. Todo parece indicar que pronto volveremos al contagio. No se respetaron las medidas mínimas, en particular el uso de nasobucos y el paso de los biberones de boca a boca. También las malas palabras y la rudeza estuvieron a la orden del día y de la noche en todo el Malecón. Qué lástima que demos estos virajes. Ojalá este consejo llegue a quienes aprobaron estas celebraciones populares en medio de la pandemia.
Increíble. Parece un paraíso terrenal. Mismo carrito de helados. Sin más…..
Es bueno que todo sea así, espero que la gente se dé cuenta de que esta es una oportunidad más que Dios nos da para seguir disfrutando de lo bueno y no de lo malo que nos sigue bendiciendo a todos.
Las actividades en el paseo marítimo los fines de semana son muy necesarias y útiles. Pero hay que repensar el problema de las medidas sanitarias, en particular la actividad del sábado en la Tribuna antiimperialista «José Martí» que considero apresurada, al principio sin iluminación, en la práctica se ha convertido en una aglomeración de gente bailando, peor que las colas que tanta gente critica cuando las personas están una encima de la otra. No hubo ni pudo haber un distanciamiento elemental, en fin, un gran molote, como en los días en que no había pandemia. Recuerde, la pandemia no ha terminado y debemos evitar un revés.
Es necesario completar la entrega inicialmente prevista porque aún no se ha distribuido el plan del mes a Alamar.
Creo que es un extremo de la noche a la mañana abrirse a los festivales populares y la música. La mayoría de la población tiene muy mala opinión de esta decisión del gobierno y las autoridades partidistas de la capital. Todo parece indicar que pronto volveremos al contagio. No se respetaron las medidas mínimas, en particular el uso de nasobucos y el paso de los biberones de boca a boca. También las malas palabras y la rudeza estuvieron a la orden del día y de la noche en todo el Malecón. Qué lástima que demos estos virajes. Ojalá este consejo llegue a quienes aprobaron estas celebraciones populares en medio de la pandemia.