El primer secretario del Comité Central del Partido Comunista, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, develó en la noche del lunes una estatua dedicada a Eusebio Leal, nacida de las manos y el esfuerzo de los escultores José Villa Soberón y Gabriel Cisneros Báez, su asistente, quien fue ubicado en la entrada del Palacio de los Capitanes Generales.
En vísperas del 502 aniversario de la Villa de San Cristóbal de La Habana, parece que el amado historiador de la ciudad volvía a pasear por sus calles, varios libros en la mano y saludando a todos, gesto común y cercano de los más fieles de la ciudad. habaneros.
Esta estatua de tamaño natural es la que «soñamos para Leal, para continuar con su legado, para que las nuevas generaciones tengan este emblema de bronce», dijo Magda Resik, directora de comunicaciones de la oficina del historiador., durante la ceremonia sencilla.
El artista, recordó Resik, tardó un año en completar esta obra, que contó con el apoyo de muchas personas, entre ellas la Oficina del Historiador y la Fundación Caguayo, dirigida por el maestro Alberto Lescay. Es una estatua que nos recuerda, en la interpretación personal del artista, a nuestro eterno historiador de la ciudad, comentó.
Villa Soberón explicó a la prensa que la verdadera intención de la escultura era poder devolver a La Habana Vieja la imagen de Eusebio caminando en ella.. Fue un trabajo muy complejo, dijo la reconocida artista, «porque es una persona muy querida y a todos les gustaría tener su propio Eusebio».
La imagen con la mano derecha levantada, todavía ondeando, es una de las que más le hizo destacar.Por eso nos pareció que el saludo era el gesto que podía identificar su imagen más cercana, explicó el escultor.
Después de dibujar la sábana blanca que cubría la escultura hasta entonces con Javier Leal, hijo de Eusebio, el Jefe de Estado entró en el Palacio de los Capitanes Generales -ahora Museo de la Ciudad- para develar también una placa en honor al Historiador.
Justo encima del banco donde se sentó Eusebio a compartir con sus compañeros, con sus subordinados, con sus colaboradores de mucho tiempo y donde también se le veía solo en sus reflexiones diarias, ahora leemos: «Quería encerrar a la Habana Vieja dentro de la piedra». paredes de un museo, pero ella me ha hecho prisionera de sus paredes para siempre.
Michael González Sánchez, director de patrimonio cultural de la Oficina del Historiador, consideró que no había mejor lugar para esta placa que el Palacio de los Capitanes Generales, donde comenzó a trabajar Eusebio Leal a los 17 años, un adolescente que hizo la Revolución. creció, y que pudo asumir responsabilidades en este mismo lugar.
Es muy simbólico inaugurar hoy en este lugar, precisó, la placa de bronce que la recuerda en el espacio íntimo del Museo. Argel Calcines, redactor jefe de la revista Opus Habana, y el escultor Leo D´ Lázaro, fueron los artífices de esta obra, junto con un equipo de Escuela Taller.
(Tomado de Abuela)
Ver también: