Tomado de Sitio web de CPC
(Versiones cortas – Presidencia de la República)
Señor Presidente:
En su histórico discurso en la Cumbre de la Tierra, en Río de Janeiro, en 1992, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz expresó: “Si se quiere salvar a la humanidad de la autodestrucción, hay que distribuir mejor las riquezas y tecnologías disponibles en el planeta. Menos lujo y menos desperdicio en unos pocos países para que haya menos pobreza y menos hambre en gran parte de la Tierra […] Haciendo la vida humana más racional […] Mañana será demasiado tarde para hacer lo que deberíamos haber hecho hace mucho tiempo ”.
Es muy tarde. Casi 30 años después de esta llamada premonitoria y debido al daño irreversible causado por el hombre al medio ambiente, la humanidad se encuentra en grave peligro de extinción.
Estudios recientes muestran que la temperatura media global ha subido 1,1 ° C y superará los 2 ° C durante este siglo, con consecuencias catastróficas para la vida en el planeta, de la que recibimos avances cada día en la actualidad y otras noticias.
Las causas ya no son controvertidas: los modos de producción y consumo irracionales y cada vez más insostenibles del capitalismo y la explotación excesiva de los recursos naturales han acelerado considerablemente el peligro de extinción de la especie humana. Detener este libertinaje es de la mayor urgencia, incluso si quienes lo promueven parecen ignorarlo.
Las responsabilidades y posibilidades de salvar vidas en el planeta también son claras. Es imperativo que los países desarrollados lideren la reducción de emisiones y proporcionen los medios necesarios de implementación a los países en desarrollo, de acuerdo con el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas.
Los recursos están ahí. Bastaría con destinar parte de las sumas multimillonarias que ahora se dedican a la carrera armamentista para apoyar acciones a favor del clima.
No habrá solución en detrimento del derecho al desarrollo de los más necesitados, ni de las naciones del mundo que luchan cada día contra el hambre, la pobreza y el subdesarrollo derivado del injusto orden internacional que impera, el mismo que favorece a una minúscula minoritaria y fomenta la irracionalidad, el egoísmo y la destrucción del medio ambiente.
Señor Presidente:
Cuba avanza en la ejecución de su plan de combate al cambio climático, Task Life, y en el logro de los objetivos asumidos en su determinado aporte a nivel nacional, a pesar del aumento sin precedentes del criminal bloqueo impuesto por el gobierno de Cuba. Estados Unidos, Estados Unidos desde hace más de 60 años.
Nuestro compromiso con la protección del medio ambiente y la plena implementación de la Convención Marco sobre el Cambio Climático y su Acuerdo de París no ha cambiado, y lo estamos ratificando aquí.
Aspiramos seriamente a que la próxima COP26 dé como resultado soluciones concretas. Los revolucionarios creemos en el ser humano, en todo lo que su inteligencia y su voluntad pueden lograr cuando hay conciencia. ¡Que no dejemos de salvarnos a nosotros mismos!
Muchas gracias.