Jesús Menéndez, un ejemplo de modestia y patriotismo

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Foto: Tomado de los trabajadores

Jesús Menéndez Larrondo fue reconocido por su accionar revolucionario durante la década de 1940. Representante del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Azucarera, dirigente sindical y parlamentario del ala progresista que enfrentó entonces los males de la sociedad cubana.

A través de su activismo, aprende y denuncia las profundas desigualdades y explotaciones a las que son sometidos los trabajadores.

En 1939, junto a Lázaro Peña, fundó la Central de Trabajadores de Cuba, CTC, y mantuvo un papel decisivo en la lucha contra los abusos del régimen y las estructuras económicas sometidas al capital extranjero.

Como sindicalista, una de sus actividades más significativas ha sido lograr la creación de la Caja de Retiro Azucarera y el pago de horas extras a los trabajadores. además Inició y lideró la batalla obrera por el pago de la diferencia azucarera, hasta lograr ser incluido en la cláusula de garantía y viabilizar el pago de los trabajadores.

Menéndez se caracteriza por su integridad moral y muestra valentía al enfrentar los desmanes de las fuerzas represivas. Pero sus posiciones de defensa de los más desfavorecidos también aumentaron la animadversión y el resentimiento de sus enemigos.

Uno de los tiranos más acérrimos de la época, Joaquín Casillas Lumpuy, intercepta provocativamente a Menéndez mientras se preparaba para su viaje en tren y, rompiendo su inmunidad parlamentaria, intenta detenerlo injustificadamente. Y cuando el líder sindical se negó por no violar la ley, fue asesinado a traición por la espalda el 22 de enero de 1948.

Casillas, el asesino de Jesús, tras el triunfo revolucionario de 1959, fue juzgado y ejecutado por su atroz crimen.

Hombres de la talla de Menéndez viven para siempre en el corazón de su ciudad. Han irrigado con su sangre el camino hacia la independencia plena y son símbolos imperecederos para las presentes y futuras generaciones decididas a apoyar a la Patria con la solidaridad y la justicia social que legó la Revolución Cubana.

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