Tomado de Agencia de noticias Xinhua
LA HABANA, 5 jun (Xinhua) – Cuba, un país donde hay poco acceso a Internet desde los hogares, pidió que se transmita la televisión para continuar el año escolar luego de que se suspendieran las clases presenciales por la amenaza del nuevo coronavirus. .
Hace poco más de dos meses, el 24 de marzo, el gobierno decretó el cierre indefinido de más de 10.000 escuelas, donde se había desarrollado el 70 por ciento de las semanas escolares, así como evaluaciones sistemáticas y parciales.
Las escuelas ahora están programadas para reabrir en septiembre, después de un cierre sin precedentes porque no había sucedido incluso después de que azotaran huracanes severos, y la medida ha dejado a más de 2 millones de estudiantes en todos los grados sin clases presenciales, niveles.
Apenas una semana después del cierre, sin embargo, llegó el socorrista del canal educativo, uno de los ocho canales de la televisión pública cubana.
Prácticamente sin preparación para la televisión, un grupo de profesores y metodólogos se enfrentó al desafío de seguir impartiendo los cursos, que ahora se transmiten en vivo desde un estudio de televisión.
«Enseñar en la televisión es un gran y nuevo desafío, porque dominamos la tiza, el pizarrón y la presencia de los niños», dijo a Xinhua la profesora Carmen Rosa Rodríguez, mujer asociada a la docencia desde los 39 años. nivel.
Era casi imposible saber que era la primera vez que la maestra se sentaba frente a una cámara de televisión, ya que transmitía con fluidez y confianza los contenidos de la Historia de Cuba.
Rodríguez es metodóloga y trabaja en el Ministerio de Educación, pero ante la necesidad de asumir la nueva tarea, no lo dudó y volvió a la docencia, aunque de forma inesperada.
“Lo más difícil es preparar una clase al nivel de la media de los alumnos del país, porque cuando estás al frente de la clase sabes quién es más ventajoso o quién menos, y actúa en consecuencia”, explicó el profesor.
No estar frente al alumno obliga a los profesores a ser muy claros y precisos, porque el alumno no puede pedir ni pedir volver al contenido.
“Lo más importante es que nuestros hijos aprendan, que se sientan motivados, que cada encuentro también constituye un desafío de conocimiento para ellos”, dijo Rodríguez.
Matemáticas, español e historia de Cuba, asignaturas consideradas fundamentales, son las materias principales que se imparten en los cursos de media hora, pero también se ofrecen revisiones para quienes están por presentarse a los exámenes de ingreso a la universidad.
Los profesores también se han convertido en promotores de la salud, porque al final de cada clase recalcan a los alumnos y todos los espectadores la necesidad de que se queden en casa y cumplan responsablemente con las medidas previstas.
Esta idea la avala la ministra de Educación, Ena Elsa Velázquez, para quien «lo principal es seguir respetando las medidas de aislamiento previstas» y aprovechar la oportunidad «para dedicar tiempo al estudio individual».
El canal educativo, que emite en señal abierta, acumula ya más de 300 teleclases que han ocupado más de 490 horas de transmisión, tarea que requirió un esfuerzo adicional.
«Las condiciones eran realmente excepcionales, porque teníamos que trabajar con el mínimo de personal para respetar las medidas sanitarias», declaró la directora del canal educativo, Aniuska Riquenes.
El director señaló que la única diferencia que ha tenido el sistema educativo cubano estos días es que los niños no están físicamente en las escuelas, pero ahora el proceso educativo ha continuado en casa.
Si bien en la década de los 80 del siglo pasado la televisión cubana emitió algunos cursos, incluido el idioma ruso, esta es la primera vez que el sistema educativo, desde la primaria hasta la preuniversitaria, ha colocado la carga docente en las televisiones, decisión que tomó. evitado. perder el año escolar.