Continuar reforzando la vigilancia epidemiológica, mantener las medidas higiénicas y de higiene con la máxima disciplina, y aumentar la autorresponsabilidad y la conciencia individual y colectiva, siguen siendo las claves para hacer frente al aumento de casos de COVID-19 que se viene reportando en las últimas semanas en el país, insistió el primer secretario del Comité Central del Partido Comunista, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
El Presidente de la República recordó la necesidad de respetar todas estas medidas (que son de sentido común -aunque hay mucha ciencia detrás de ellas-, pero que no siempre se respetan), este sábado por la mañana, durante reuniones sistemáticas del Grupo Temporal del Gobierno se trabajando para la prevención y el control de la pandemia.
Díaz-Canel reflexionó sobre el comportamiento de la variante micra en el mundo, que por sus características de alta transmisibilidad, si bien no conduce a un aumento sustancial de casos graves y muertes -al menos hasta ahora-, requiere una nueva acción , como ya ha sido previsto en la más reciente versión del protocolo cubano para la lucha contra la epidemia.
Aunque en el país están circulando varias cepas, y hay que tener mucho cuidado, sobre todo del Delta, subrayó el Jefe de Estado, hay que seguir enfocados en la atención primaria, para lograr un buen ingreso a domicilio de las personas que dieron positivo.
Por videoconferencia con autoridades políticas y gubernamentales de todos los territorios, la reunión estuvo presidida por el Primer Ministro Manuel Marrero Cruz, quien insistió en que ante la nueva ola de la COVID-19 no podemos bajar la guardia.
A la reunión asistieron Jorge Luis Broche Lorenzo, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido, y los Viceprimeros Ministros, Comandante Revolucionario Ramiro Valdés Menéndez, Ricardo Cabrisas Ruiz y Alejandro Gil Fernández, así como ministros, ministras y demás autoridades.
José Ángel Portal Miranda, titular del Ministerio de Salud Pública, indicó que hasta el viernes el número de casos positivos había aumentado un 11,7 % y que a la fecha había 974.687 casos confirmados de COVID-19.
De las personas que enfermaron, 970.684 (99,6 por ciento) son cubanos y el 98,6 por ciento son casos indígenas. Hasta el 7 de enero, el país acumulaba 8.326 muertes por esta causa, para una tasa de mortalidad del 0,85 % durante la epidemia.