La ciencia, la salud y la familia pueden descartar cualquier posibilidad de COVID-19

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Tomado de Sitio web de CPC

Cuba sigue librando su gran batalla contra una epidemia que no se destaca en su acción devastadora. Esta idea marcó las reuniones del Grupo de Científicos y Expertos que desarrollan actividades de innovación científica y tecnológica en la lucha contra el COVID-19, y el del Grupo de Trabajo Temporal para la Prevención y Control de la Enfermedad, encabezado por el Primer Secretario de el Comité Central del Partido y presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.

La vida muestra que nuestros niños y adolescentes se ven afectados, cada vez con más fuerza, por el COVID-19. Para ellos, la amenaza que representa la epidemia ha aumentado, y uno de los grandes desafíos es que la principal fuente de contagio en el mundo pediátrico de la isla radica en los contactos familiares.

Así lo afirmó este martes la doctora Lissette López González, jefa del grupo nacional de pediatría del Ministerio de Salud Pública (Minsap), durante la reunión del grupo de científicos y expertos que lideran las actividades de ciencia e innovación tecnológica en el enfrentamiento al COVID- 19, que estuvo encabezada por el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, así como por el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz.

“Estamos en la batalla de la bioseguridad domiciliaria”, dijo Lissette López desde el Palacio de la Revolución, porque la principal fuente de nuestro contagio (refiriéndose al ámbito pediátrico) son los contactos domiciliarios, por lo que tenemos todas las estrategias allí descritas. «.

En este sentido, el especialista argumentó: “Tenemos fuerza en la asistencia; Tenemos la fuerza en la investigación, en el tratamiento y la convalecencia que en pediatría tiene un ritmo muy favorable; Lo que realmente tenemos que evitar es que nos enfermemos (los más pequeños), pero para eso tenemos que llegar a todas las familias, y lo hacemos en todos los territorios ”.

En cuanto a meditar y no bajar la guardia de todos los hogares cubanos, estas son las cifras que compartió durante el encuentro el jefe del grupo nacional de pediatría del Minsap: según estadísticas recopiladas hasta el 18 de julio, 41.801 pacientes en edad pediátrica fueron diagnosticados como pacientes pediátricos. . COVID-19 en todo el país; y entre ellos, más de 2000 bebés. «Es una figura, obviamente, que preocupa y ocupa a todos», quienes trabajan por el cuidado de los más pequeños, declaró el médico.

Cabe señalar -agregó- que el 99,9% de las personas con la enfermedad sobrevivieron en el hospital, y en las unidades de cuidados intensivos la supervivencia es del 98,9%.

Lissette López se refirió a varias oleadas de la pandemia, con diferentes comportamientos: «en la primera oleada no hubo muertes, y fue una oleada donde predominaron los pacientes asintomáticos, casi el 75 por ciento». El segundo, advirtió, «elevó el techo de la misión pediátrica, ya que comenzaron a aparecer síntomas no respiratorios que nos hicieron ver que COVID-19 no era una enfermedad puramente respiratoria, sino que ‘implicaba un compromiso sistémico significativo».

Respecto a la tercera ola, que es la que estamos enfrentando actualmente, el especialista informó que el número de pacientes pediátricos ya superó los 40.000, y las señales dadas por los interesados ​​muestran que el COVID-19 se está manifestando de manera más agresiva además.

«Hemos tenido cuatro muertes», recordó Lissette López, quien destacó que la morbilidad iba en aumento. «Hicimos un análisis la semana pasada, del 10 al 17 de julio», explicó; y no pasó por alto que durante este período se diagnosticó la enfermedad a 8,937 pacientes, de los cuales 470 eran lactantes.

Según el médico, si bien ha aumentado el número de pacientes en cuidados intensivos, si bien es importante el número de los que son casos activos, «los protocolos de actuación y seguimiento, y la mirada personalizada a cada paciente hacen que el 91% de ellos son graduados. satisfactoriamente hasta ahora ”.

Se han aprendido muchas lecciones de esta batalla para salvar vidas; Entre ellos, argumentó Lissette López, la certeza de que las terapias intensivas deben acoger a pacientes graves o críticos, pero también a aquellos que padecen «una condición que, en esta enfermedad, los hace muy vulnerables a un curso desfavorable».

En medio de tal escenario, reflexionó el especialista, es muy importante no equivocarse y que los profesionales sanitarios evalúen con precisión el estado de cada paciente. La familia, señaló Lissette López, también juega un papel clave.

El segundo punto de la jornada fue sobre la interpretación de los resultados de la autopsia en COVID-19 y estuvo a cargo de la Dra. Teresita Montero González, quien explicó los resultados de los estudios realizados por el Grupo de Trabajo Temporal de Anatomía Patológica creado recientemente. por Minsap.

Teresita Montero aseguró que los hallazgos de los peritos, luego de revisar y concluir 277 autopsias, tienen muchos puntos de concordancia con trabajos publicados internacionalmente que tratan de investigaciones en pequeñas autopsias. Tal incursión, dijo, destaca cómo mejorar la atención al paciente.

Se corrobora – según el médico – que el COVID-19 es una enfermedad infecciosa aguda y altamente contagiosa, que afecta muy rápidamente a todo el sistema del cuerpo humano, y muy intensamente a los pulmones.

El presidente Díaz-Canel Bermúdez preguntó qué valor puede tener un estudio como este para mejorar la condición de los pacientes. Al respecto, la Dra. Ileana Morales Suárez, Directora de Innovación Científica y Tecnológica del Minsap, argumentó que esta investigación será decisiva para los cambios que se introducirán en el Protocolo Clínico 1.7 (el más reciente en Cuba para curar a los pacientes con COVID-19). 19).

Tendencias a predecir y cifras a considerar

Utilizando los modelos de pronóstico habituales, los números permiten tiempos.

Casi todos los territorios de la isla, como dijo, tienen una situación compleja. Cuba, debido al número de casos confirmados diariamente, está experimentando un pico pandémico; y la previsión es que a largo plazo, las cifras disminuirán, «si se mantienen, especifica el profesor, las condiciones actuales en las que se hicieron las previsiones».

En el mismo tono de análisis sobre cómo Cuba enfrenta el COVID-19, posteriormente se realizó la reunión del Grupo de Trabajo Temporal para la Prevención y Control del COVID-19, que estuvo presidido por el presidente Díaz-Canel Bermúdez, y por el Primer Mandatario. Ministro, Manuel Marrero Cruz.

La videoconferencia permitió el intercambio de la dirección del país con las autoridades de todas las provincias y el municipio especial de Isla de la Juventud. Y el punto de partida del encuentro estuvo a cargo del ministro de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda, quien informó que en la última quincena se han diagnosticado 83.353 personas como casos positivos en el país, para una tasa de incidencia de 691,9 por 100.000. población.

Las provincias, dijo el titular, que mantienen el indicador de mayor incidencia son, en orden descendente, Matanzas, Ciego de Ávila, Cienfuegos, Guantánamo y Mayabeque. El país ha acumulado un total de 2.019 muertes por la enfermedad, para una tasa de mortalidad del 0,69%.

Sobre cómo se controla la intervención en salud con vacunas, Portal Miranda informó que al 18 de julio, el 30,1% de la población total ya había recibido una primera dosis; El 24,9 por ciento había llegado al segundo; y el tercero, 18,9. En las Antillas Mayores, ya se han proporcionado más de 8.260.000 dosis de vacunas.