La continuidad está arraigada en los marcos del Partido

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Tomado de Sitio web de CPC

Fueron los jóvenes, por citar sólo un ejemplo, los de la generación centenaria, quienes encendieron la llama de la Revolución triunfante de 1959. Fueron los iniciadores, con Fidel en la cabeza, de lo que se hizo durante estos 62 años.

Por ello, la identificación responsable de estas fuerzas continuas, poniéndoles un rostro y un nombre, o lo que es lo mismo, llevando a cabo un proceso de renovación paulatina y ordenada de cuadros, especialmente del Partido Comunista de Cuba (PCC), recibió atención durante el período revolucionario. proceso, incrementado tras la celebración, en 2012, de la Primera Conferencia Nacional de Organización Política.

Entre los objetivos aprobados en este evento, y que fueron ratificados en el cónclave Partisano 7., estaba precisamente el de renovar los cuadros en sus cargos, tarea trascendente y, al mismo tiempo, natural.

De forma coherente, y como expresión exacta de la sensibilidad y estrategia del proceso, en los informes centrales presentados en 6º. y 7º. En los congresos, el General de Ejército Raúl Castro Ruz, primer secretario del Comité Central del Partido, advirtió de los efectos negativos de la improvisación, así como de la falta de previsión y sistematización. También insistió en la necesidad de formar compañeros capaces de continuar la obra de la Revolución y de ocupar los principales cargos de la nación.

La existencia, sin duda alguna, de un potencial de mujeres y hombres, incluidos los jóvenes, con perspectivas de desarrollo y con el compromiso de cumplir diferentes tareas, ha permitido avanzar en esta empresa, en cuya realización la capacidad del Fiesta para afrontar y superar retos.

Pero construir la continuidad sigue siendo un ejercicio de todos los días, asumido, a pesar de su complejidad, por la seguridad del futuro, pues, como lo expresó el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, en su calidad de Primer Secretario del Comité Central del PCCh, en Clausura del V Congreso: “El Partido no puede darse el lujo de que algún día su dirección fracase, porque el precio es impagable.

DEJE QUE LA VIGILANCIA COMIENCE DESDE LA BASE

La evolución de la Revolución Cubana y las complejas condiciones en las que se desenvuelve, permiten vislumbrar, como ya se ha dicho en otras ocasiones, un escenario aún más complejo y estimulante para los años venideros.

Sin embargo, el haber tenido la presencia activa, el liderazgo y el ejemplo de lealtad y consagración de la generación histórica en esta etapa de tránsito, allanó el camino.

La ratificación, durante el VII Congreso, de los límites de permanencia según tiempo y edad, y el establecimiento de una relación laboral previa, de al menos cinco años, como condición para el ascenso a cuadro profesional del Partido, estableció también la fundamentos para garantizar el indispensable rejuvenecimiento del activismo en posiciones decisivas.

También fue una prioridad que los egresados ​​se caracterizaran por su modestia, sencillez, humildad, compromiso, lealtad a la Revolución, sin rastros de elitismo, ambiciones, autosuficiencia o vanagloria.

Con estas premisas como brújula, la dirección del Partido realiza una evaluación sistemática del proceso de renovación, que incluye giras en todas las provincias del país, intercambios con los primeros secretarios, un análisis de las proyecciones de movimientos a realizar en el corto y mediano plazo. términos, así como la identificación de compañeros que, por sus cualidades y desempeño, pueden asumir mayores responsabilidades.

Los procedimientos de trabajo también prevén la realización de reuniones con las direcciones nacionales de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y organizaciones de masas, actividades que son monitoreadas constantemente.

El uso de estos y otros mecanismos de seguimiento sistemático, así como la aplicación de las medidas de renovación aprobadas, han avanzado en esta importante área y las estadísticas lo avalan.

En ese momento, casi todos los líderes profesionales del Partido a nivel municipal y provincial nacieron después del triunfo de la Revolución. En consecuencia, la edad promedio de todos los ejecutivos de la organización política, hoy 42,5 años, muestra una tendencia decreciente. Con menos de 40 años hay 1.501.

Otra línea de trabajo ha sido la aplicación de la rotación selectiva de estos compañeros para diferentes responsabilidades partidistas, administrativas y gubernamentales, además de su formación completa. Además, el 76,5% de estos funcionarios tienen menos de cinco años en el cargo, y con más de 10 solo el 6,9%, concentrado a nivel nacional.

También es prioritaria la búsqueda de una composición por color de piel, sexo y edad, en correspondencia con las características de la sociedad cubana actual. En este sentido, el 54,2% de los cuadros del Partido son mujeres y el 47,7% son negros y mulatos. Además, hay 75 primeros secretarios de comisiones municipales y distritales, para el 42%.

Asimismo, se ha establecido que todos los compañeros promovidos reciben formación, al igual que cuando asumen mayores responsabilidades dentro de la organización.

En consecuencia, quienes tienen potencial para ocupar los principales puestos adquieren, como parte de su formación, diplomas o determinadas especialidades.

Actualmente, el 81% de los cuadros partidistas tienen nivel universitario, mientras que otros aprovechan las capacidades existentes, en las escuelas provinciales, de la titulación universitaria en ciencias sociales.

Otro aspecto interesante ha sido la creciente contribución de la UJC al trabajo profesional en el Partido, que ha permitido la promoción de 470 compañeros en los últimos cinco años. En general, el 23,5% de los ejecutivos profesionales provienen de la organización política juvenil y varios de ellos han pasado a responsabilidades superiores.

También es un resultado alentador que el 47,6% de los funcionarios que renunciaron al Partido en los últimos cinco años hayan ascendido a puestos de liderazgo en el estado, el gobierno y las organizaciones de masas en diferentes niveles.

En el paso de una generación histórica a otra, capaz de dirigir los destinos del país, hay mucha responsabilidad y, a cambio, de confianza, porque la continuidad radica en todo lo logrado desde 1868 y su respaldo. es conocida.