Los hechos del 29 de octubre de 1956 fueron ignorados en silencio por la prensa internacional. Este caso nunca ha sido discutido dentro de la Organización de Estados Americanos (OEA), no se ha alzado ninguna voz para condenarlo en el Congreso americano o en Naciones Unidas.
El sábado 27 de octubre de 1956 a la medianoche, un comando de la Dirección de la Revolución ejecutó al jefe del Servicio de Inteligencia Militar, coronel Antonio Blanco Rico, en el Cabaret Montmartre, en la rampa de La Habana. El hecho incidiría directamente en el asesinato, dos días después, de 10 jóvenes revolucionarios que buscaban asilo en la Embajada de Haití, ubicada en la esquina 7 a la 20 en Miramar, hecho que conmocionó al país.
Eladio Cid Crespo, Orlando Fernández Ferray, Leonel Guerra Mendoza, Salvador Ibáñez Ibáñez, Rubén Hernández Concepción y Carlos Casanova, sobrevivientes del atentado al cuartel de la Goicuría, en Matanzas, liderado por una organización revolucionaria del Partido Auténtico, que fue cruelmente diezmada por El ejército de Batista hace unos días.
En la madrugada del 28 de octubre, otros cuatro revolucionarios llamados Israel Escalona Ledesma, Alfredo Massip Masiques, Gregorio García Boroundarena y Secundino Martínez Sánchez, alias “El guajiro”, solicitaron asilo político en dicha sede diplomática; los dos últimos acusados de intentar ejecutar al notorio asesino Rolando Masferrer Rojas. Ninguno de los solicitantes de asilo estuvo involucrado en el reciente ataque.
En la tarde del 29 de octubre de 1956, un fuerte destacamento policial encabezado por el jefe de estas fuerzas represivas, el brigadier Rafael Salas Cañizares, irrumpió en la sede de la Embajada de Haití. El brigadier, acompañado por el coronel Conrado Carratalá -jefe de la oficina de investigación-, el coronel Orlando Piedra y luego el capitán Esteban Ventura Novo, ordenó el avance de sus hombres, aprovechando la ausencia de funcionarios diplomáticos y no respetando la inmunidad de la embajada.
Al encontrarse con uno de los jóvenes del asilo -que resultó ser Secundino Martínez- el sargento le disparó una ráfaga de ametralladora, sin decir una palabra. El joven, que era el único del grupo que portaba pistola, disparó desde el suelo donde resultó gravemente herido, quien falleció al día siguiente por las heridas recibidas.
Rafael Salas Cañizares se había dado a conocer por su participación en el asesinato del joven Carlos Rodríguez quien se manifestaba en un acto convocado por la FEU el 5 de septiembre de 1951 – hecho denunciado por el joven abogado Fidel Castro Ruz – y había sido uno de los Principales cómplices de Fulgencio Batista en el golpe de Estado del 10 de marzo de 1952 que rompió el orden constitucional del país.
Tras evacuar a los heridos, la manada policial subió a la sede diplomática donde, durante más de treinta minutos, masacraron a los nueve jóvenes restantes. Inmediatamente, la máquina publicitaria del régimen lanzó su versión. Dijeron que la embajada llamó a la policía pidiendo protección porque un grupo de jóvenes intentó irrumpir y el presidente Batista les ordenó proteger al embajador haitiano y su personal. El ministro del Interior del régimen, Santiago Rey, de Cienfuegos, ha ratificado esta versión oficial.
El 31 de octubre, la Embajada de Haití convocó una rueda de prensa y entregó una nota oficial en la que decía: “La Embajada de Haití protesta contra las denuncias publicadas en la prensa segúnDóndedonde la policiaIintervino con una llamada de nuestra embajada. «,» La embajada fue violada por la policía. La situación de los refugiados era muy clara allí. Seis ya habían obtenido un salvoconducto de las autoridades cubanas. Los otros cuatro estaban con nuestra aprobación. .. Era como si estuvieran en Haití.I se dejó en el descryDoy la justificación oficial del hecho repugnante.
Los hechos del 29 de octubre de 1956 fueron ignorados en silencio por la prensa internacional. Este caso nunca ha sido discutido dentro de la Organización de Estados Americanos (OEA), no se ha alzado ninguna voz para condenarlo en el Congreso americano o en Naciones Unidas.