La investigación científica debe integrarse naturalmente en la vida del país. Así lo reveló este martes, desde el Palacio de la Revolución, en otro encuentro sobre el sistema de gestión gubernamental basado en la ciencia y la innovación, liderado por el primer secretario del Comité Central del Partido Comunista y presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermudez.
Que la ciencia está en todo, que atraviesa cada espacio de su impronta y se integra de forma natural -para resolver cualquier desafío- en la vida de la sociedad. Es un deseo que impulsa muchas voluntades en Cuba, y sobre el que volvieron a reflexionar en un intercambio que desde el Palacio de la Revolución se centró en el sistema de gestión gubernamental basado en la ciencia y la innovación.
En esta ocasión, le correspondió al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA) presentar cómo este organismo estatal asume dicho sistema de gestión, en una reunión presidida por el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, así como por el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, y la viceprimera ministra Inés María Chapman Waugh.
En voz de la titular del CITMA, Elba Rosa Pérez Montoya, los presentes apreciaron en detalle cómo el ministerio asume un sistema de gestión que es vital para el país, no solo en sí mismo sino también en sus acciones y proyecciones que irradian beneficios a la sociedad como entero.
Con un universo de trabajadores cuyo número supera los 11.200, el CITMA -según su titular- tiene en su haber los resultados de la ciencia y la innovación; entre ellos, frutos como Tarea Vida, que constituye un «ejemplo de aplicación del método científico para la toma de decisiones y el uso efectivo de la integración del conocimiento y el potencial científico».
Los logros del sistema CITMA son también el radar meteorológico cubano con tecnología Doppler; estudios de amenazas, vulnerabilidad y riesgo para la prevención de desastres; Diagnósticos cubanos para extracción de ARN magnético con nanotecnología; tecnología de irradiación para la esterilización de hisopos utilizados en las pruebas de PCR; la organización ambiental de los territorios; rehabilitación de ecosistemas e ingeniería costera; la perspectiva local del desarrollo humano en Cuba; Entre otros.
Voces del mundo científico siguieron la minuciosa exposición que abordó los logros y también las insatisfacciones, que sumó ideas tales que la transformación de un sistema científico no es un hecho aislado sino la suma de muchos actores y un objetivo que incide en varias direcciones. . Asimismo, se ha afirmado que no existe un eje estratégico de desarrollo que no requiera la incorporación de las ciencias sociales; que es muy importante cuidar la reserva científica y el talento, así como alinear las universidades con las necesidades del país.
El presidente de la Academia de Ciencias de Cuba, Dr. C. Luis Velázquez Pérez, consideró «muy importante» este proceso del sistema de gestión de la ciencia, la tecnología y la innovación, que «desde hace mucho tiempo intenta implementar». Recordó el año 2012, “cuando la Academia de Ciencias habló de la necesidad de estas cosas; y hoy ya contamos con todos los estándares legales para su implementación ”.
El éxito, enfatizó, “estará en la capacidad que podamos tener de integración. No depende de una persona ni de un departamento. Depende de nuestra capacidad para integrarnos, los distintos órganos de la administración central del Estado, universidades, empresas, centros de investigación ”.
Se trata -definió Luis Velázquez Pérez- de facilitar la nueva ciencia que necesitamos en estos tiempos; estamos, dice, frente a un nuevo tiempo para la ciencia en Cuba, que expresa la continuidad de las ideas de Fidel: “Esta etapa indiscutiblemente vincula la ciencia a la economía y al desarrollo de la sociedad, donde todos debemos poner una hoja para ser capaces de poner en práctica las realidades con las que todos soñamos ”.
Hacia el final del encuentro, el Jefe de Estado manifestó que «en general se ha desarrollado una dinámica diferente, más proactiva para que la investigación científica juegue un papel fundamental en el desarrollo económico y social del país, pero como usted ha reconocido, nos encontramos con un grupo de asignaturas en las que hay que profundizar ”.
En este sentido, el presidente Díaz-Canel Bermúdez dijo: “Creo que todavía no podemos estar satisfechos con las interconexiones que se han construido para la adecuada relación que debe existir entre el sector del conocimiento y el sector productivo de bienes y servicios, administración pública, y territorio ”.
El mandatario reconoció la notable presencia de científicos en determinados momentos, en espacios donde se toman decisiones importantes para el país, donde se analizan diferentes programas o políticas. Sin embargo, señaló que «todavía hay interconexiones sueltas, que la demanda de ciencia por parte del sistema comercial, por ejemplo, aún falta».
Por otro lado, analizó el dignatario, «a nivel nacional, hemos creado un conjunto de espacios para el aporte de la ciencia a la solución de problemas complejos en el país»; pero lo mismo, dijo, debe desarrollarse de igual manera a nivel provincial, municipal y local. Esto es algo para lo que son fundamentales, explicó el primer secretario del Comité Central del Partido, «los elementos de planificación estratégica en estos niveles».
“Si el tema -recalcó- de la gestión de la ciencia y la innovación no se concibe en la planificación estratégica de una provincia, un municipio y a nivel local, no se desarrollará; en primer lugar porque no es una de las prioridades; y segundo, porque no se habrán creado las estructuras necesarias para ello ”.
Otro descontento al que se refiere el mandatario cubano es que todavía no sabemos, como es necesario, lo que ya está regulado y que promueve la ciencia y la innovación: «Yo creo», dijo., Que hay que dedicar tiempo; porque no tiene sentido que se haya hecho un esfuerzo normativo, institucional, y que no lo sepamos ”. Esta brecha debe superarse para transformar las percepciones que no ayudan.
“Hay avances – analizó el Jefe de Estado – en la participación de expertos, académicos y científicos, y en la revitalización de los Consejos Técnicos Asesores, y hay una importante expresión de participación de académicos, científicos, expertos en todos los grupos temporales trabajar en el país trabajando en políticas públicas, trabajando en programas, macroprogramas o proyectos ”. Las ciencias sociales están en todo, dijo, pero «todavía no se usa bien, en un grupo de entidades, los expertos y los científicos».
El problema, subrayó Díaz-Canel, no es solo nombrar expertos en los consejos técnicos asesores, sino darles el tratamiento adecuado, animarlos a participar correctamente y garantizar el proceso de gestión que ello conlleva.
De multidisciplinariedad, de interrelación entre sectores, de uso adecuado del papel que juegan los expertos y académicos, este sector cardinal del conocimiento, también habló el mandatario. Y todo en el encuentro llevó a la idea de que el conocimiento más riguroso, aquello que es tan preciado, debe encontrar caminos favorables, luz verde para que la inteligencia ofrezca respuestas concretas a los desafíos de Cuba hoy.