Los desafíos de la educación cubana en tiempos de pandemia

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Tomado de Diario victoria

Con una situación epidemiológica compleja debido a un tercer brote de COVID-19-a9 en Cuba, el Ministerio de Educación (mío) implementa alternativas para preservar la vitalidad del actual curso académico a pesar de la interrupción de las actividades presenciales.

El aumento de casos positivos llevó a la suspensión de clases en varios municipios del país en enero de este año, incluidos 15 en la capital.

Para los estudiantes de estos territorios, ese mismo mes, el actividades de enseñanza por televisión, con una planificación particular orientada a dar continuidad a un año académico que no había comenzado al unísono en todo el archipiélago.

En esta ocasión, Eugenio González, viceministro de Educación, explicó que si bien en la mayoría de provincias el curso ha llegado a las 10 semanas, los estudiantes en La Habana han completado cinco y en Pinar del Río, solo dos.

Así, los horarios de clases de estas dos provincias comenzaron a transmitirse a través de sus telecentros, y el canal educativo incluyó transmisiones de contenidos para el resto de territorios donde se suspendió la docencia presencial en su programación.

Recientemente, el propio funcionario señaló que los cursos de televisión se basan en una planificación exhaustiva por parte de especialistas en el Ministerio, para definir por asignatura, curso y nivel, los objetivos y contenidos invariantes de conocimientos e imprescindibles a adquirir y superar.

Este trabajo de diseño curricular tiene como objetivo mitigar el fuerte impacto educativo de los cierres de escuelas tras la pandemia en los estudiantes cubanos.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), antes de COVID-19, el número de niños en todo el mundo sin habilidades básicas de lectura estaba disminuyendo, sin embargo, de 483 millones al principio. En 2020, el número de mineros con esta dificultad ascendió a 584 millones.

Hasta finales de marzo, las escuelas estuvieron cerradas en 30 países de todo el mundo y parcialmente abiertas en partes de 70 países, lo que afectó a casi mil millones de estudiantes: alrededor de dos tercios de la población estudiantil mundial.

La Unesco también ha advertido que en las regiones de América Latina y el Caribe y Asia central y meridional, se espera que las pérdidas de aprendizaje sean mucho mayores.

Un año después del inicio de la pandemia, América Latina y el Caribe es la región con mayor número de estudiantes que aún no asisten a la escuela, con un promedio de 158 días de lecciones presenciales perdidas.

Además, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), debido al largo período de desvinculación de la docencia, es posible que más de tres millones de estudiantes abandonen definitivamente sus estudios, solo en América Latina y el Caribe.

Cuba, con un sistema educativo gratuito y la voluntad del gobierno de mejorarlo, enfrenta al COVID-19 con alguna ventaja sobre los países de la región, pero la situación no está exenta de desafíos.

Los directores de Miné subrayan que de regreso en las aulas, los docentes deberán realizar diagnósticos personalizados con sus alumnos, hacer dosificaciones y definir los tiempos de recuperación, profundización, ejercicio, consolidación y sistematización.

Sin embargo, esta institución asegura que ningún alumno repetirá el curso por no haber caducado el contenido.

La viceministra Primera de Educación, Cira Piñeiro Alonso, destacó durante una reunión con la prensa que de ser necesario, y dada la situación del país con el COVID-19, se extenderá el período escolar.

Si el calendario escolar oficial no puede cerrarse en julio, se respetarán las vacaciones de verano y el año escolar actual continuará hasta septiembre, hasta que se tenga la certeza de que los estudiantes han dominado el contenido.

Piñeiro Alonso explicó que invariablemente se presentan primero los temas de cada tema, luego se hace una sistematización y profundización y, finalmente, se imparten cursos de consolidación.

Con la programación educativa en televisión, no es posible hacer esto, agregó, pero de regreso en el aula, se aplicará la didáctica habitual.

Debido a la incertidumbre de la situación epidemiológica, el ministerio aún no ha definido cómo se desarrollarán las evaluaciones de cierre de cada tema, año y nivel, pero sus directores reiteran que esta información se dará a conocer en su momento.

Por el momento, y hasta el 2 de julio, las actividades docentes en televisión continuarán en Cuba, las cuales, según especialistas, son de vital importancia, para lo cual los padres también deben ayudar a respetarse mutuamente, para que los estudiantes mantengan la conexión con el proceso de enseñanza. .