En Cuba, las estadísticas asociadas con la incidencia de COVID-19 continúan disminuyendo y la vacunación va en aumento. Pese a esta realidad, ya que el grupo de trabajo temporal para la prevención y control del nuevo coronavirus, que preside el presidente de la República, insistió este sábado en la importancia de frecuentar de forma diferenciada los lugares donde se siguen diagnosticando los casos.
Cuba amaneció este sábado con solo 23 pacientes ingresados en sus unidades de cuidados intensivos a causa del COVID-19: ninguno de ellos era niño ni estaba embarazada.
Así lo confirmó el ministro de Salud Pública, José Angel Portal Miranda, durante la reunión del Grupo de Trabajo Temporal para la Prevención y Control del Nuevo Coronavirus, encabezado por el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente. de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y estuvo encabezada por el viceprimer ministro Jorge Luis Tapia Fonseca.
Son cifras que, si bien siguen recibiendo la mayor atención por parte del gobierno cubano, atestiguan los avances en el control de la epidemia en el país, que durante varios días de agosto afectó a más de 300 pacientes en condiciones críticas y severas. .
Respecto al resto de cifras -también alentadoras-, el responsable de sector comentó durante el encuentro: apenas 608 personas Permanecieron ingresados este sábado por haber sido infectados con el virus.
Las cifras podrían dar la alarma, pero si se tiene en cuenta que hace poco menos de un mes -el 6 de noviembre- había 2.767 pacientes ingresados por esta causa, tanto en los hospitales como en el domicilio, es inevitable mirar de cerca con optimismo. la situación epidemiológica actual en la nación.
En un momento en el que el 99,1% de las personas infectadas por el virus se han recuperado, el desafío sigue siendo trabajar para seguir mejorando los indicadores de salud de manera sostenible.
De manera sostenible, se ha podido mantener, por ejemplo, la disminución de la tasa de incidencia por 100.000 habitantes que, con la confirmación de 2.779 casos durante los últimos 15 días, ha mostrado una disminución en todo el territorio nacional durante este período. período. Camagüey es la provincia con este mayor indicador de salud: en las últimas dos semanas se han confirmado 589 nuevos contagios allí.
Precisamente a esta provincia, considerada como la Presidenta de la República, «tienes que seguir de cerca«. En él, al igual que en Holguín -el único territorio donde permanecen ingresados más de 100 pacientes infectados por el virus- se reporta el mayor número de diagnósticos en los últimos días.
De ahí el énfasis puesto por el viceprimer ministro Jorge Luis Tapia Fonseca, durante el intercambio con las principales autoridades del Partido y el gobierno del país, para que en el territorio de Agramontino la situación que presenta cada lugar, para que el aislamiento de los casos diagnosticados puede lograrse.
El actual escenario epidemiológico que se puede observar en la provincia de Matanzas -donde meses atrás se confirmaron los peores indicadores de salud a nivel nacional- confirma que es posible controlar efectivamente la epidemia si ‘trabajamos con consistencia y responsabilidad’.
Según la explicación ofrecida por el gobernador de Matanzas Mario Sabines Lorenzo, durante la última semana solo hubo diagnósticos. 13 casos nuevos -el número más bajo de todo el año en siete días- y seis municipios tenían su tasa de incidencia en cero por 100.000 habitantes.
La realidad cubana -aunque compleja como el virus es una amenaza para la vida- también habla de esperanza: la vacunación de nuestro pueblo no cesa.
Según estadísticas reportadas por el Ministerio de Salud Pública, con un total de 28 millones 592 mil 611 dosis administradas, al cierre del 2 de diciembre, el 82,9% de los cubanos había completado su esquema de vacunación, lo que representa el 94,8% de la población vacunable. .
No bajar la guardia para controlar la enfermedad es hoy el mayor desafío para garantizar la transición exitosa a través de esta nueva normalidad que ha comenzado a vivir en todo el país. Vivir responsablemente con la enfermedad requiere el esfuerzo de todos.