Mirame mamá

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Tomado de Tribuna de la Habana

Fue en 1870. José Martí tenía entonces 17 años y desde el 4 de abril era el número 113 de la primera brigada blanca, luego de ser trasladado a la cárcel departamental de La Habana para cumplir los seis años de prisión por los que fue condenado por la delito de infidelidad.

Meses antes, Martí había identificado a un compañero de clase, Carlos de Castro y de Castro, como apóstata, ya que el joven se había alistado en las tropas del ejército español. Por ello, se celebra un consejo de guerra ordinario, donde se decide el tiempo de su condena y posteriormente, en base a una auditoría de guerra, el capitán general de la isla aprueba su traslado a la prisión una vez ubicada en el inicio del actual Paseo de le Prado.

Sus vivencias en la cárcel y el trabajo forzoso realizado en las canteras de San Lázaro serán posteriormente recogidas en su texto Presidio Político en Cuba, una de las piezas literarias más importantes para comprender la obra (en el pensamiento y en la acción) de la nacionalidad. héroe.

Fue un momento de radicalización política, donde el joven Martí a través del sufrimiento encuentra más motivos para soñar con una Cuba libre y descubre la belleza del dolor por grandes causas. El 28 de agosto de 1870 escribió a su madre, doña Leonor Pérez, en el reverso de una foto, el poema “A mi madre”; una declaración irrevocable de independencia de pensamiento que, sin ignorar la angustia materna, sugiere un ideal supremo que merece todos los sacrificios.

Mírame mamá y no llores por tu amor:

Si un esclavo de mi edad y mis doctrinas

Tu corazón de mártir se llenó de espinas,

Piensa que las flores nacen entre las espinas.