No hay despedida de Vicente

Vicente Feliú siempre estará acompañado por sus amigos, su amanecer, el alma de su pueblo y de todos aquellos en América Latina que lo vieron cantar y creyeron en él. Nunca habrá despedida de este trovador que estará en la voz y en las cuerdas de cualquier guitarra, de esas que desfilaron este jueves en la sede del Instituto de Música, para despedirlo o quizás para no estar para no soltarlo, porque «desde la muerte se convierte, nunca salió de la nada».

Lo dijo él mismo al inicio de su último concierto el 25 de noviembre en honor a Fidel. Y aunque nadie ha dicho esas palabras esta vez, ni es necesario, se ha hecho un canto de todos como el que inauguró Vicente hace años para reafirmar que es su propio canto, que si es valiente, siempre será un canto. canción, y lo seguirá haciendo con Violeta Parra, Víctor Jara, Silvio, Sara, Noel, Augusto Blanca, Lázaro García y otros de su generación y los que vinieron después.

El aire se llenó de gusanos allí, mientras la pequeña Eva reía, corría y bailaba, ajena al hecho de que su abuelo no pertenecía a nadie y pertenecía a todos. Algún día comprenderá por qué tanta gente buena, tantos músicos talentosos y artistas imprescindibles para Cuba, vinieron a saludarlo, a venerarlo. También vinieron a darle un abrazo, gracias a un audiovisual de su querido hermano Santiago Ronny Feliú, muchos de los cuales en otras latitudes son parte integral del imaginario sonoro de esta región.

En cada voz que quería homenajearlo, había gratitud, es decir amor, por el hombre que tanto aportó con su virtuosismo, su grandeza y su sencillez, fórmula poco común que en Vicente siempre fue una combinación perfecta. Y porque tenía muchas razones para cantar sobre la vida, en el campo, en las cosas del alma.

Flores de Raúl, Díaz-Canel, el Ministerio de Cultura, la Asociación de Combatientes acompañaron la urna cubierta por la bandera cubana. Con sus cenizas, el credo que hizo suyo y el nuestro volará alto. Nadie estaba más feliz de haber abierto trincheras, de ser un machete en plena cosecha, una bala feroz en el centro de la pelea … ¡Y lo seguiremos creyendo!

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Foto: Joyme cuan
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Foto: Joyme cuan
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Foto: Joyme cuan
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Foto: Joyme cuan

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