Que todos hagan bien lo que tienen que hacer

En la base, donde todos los procesos inherentes a la Revolución Cubana están en gestación y se materializan en primer lugar, se define el trabajo del país. De ahí la importancia de la pregunta con la que comenzaron este domingo las sesiones de trabajo del II Pleno del Comité Central del Partido Comunista, donde informaron sobre los diferentes procesos que tendrán lugar en Cuba entre 2022 y 2023.

Desde el Palacio de Congresos de La Habana, la funcionaria del Comité Central Mariela Rondón Pereña explicó detalles relacionados con los procesos de consulta popular y referéndum del Código de Familia, así como las elecciones municipales y nacionales del Poder Popular.

En cada uno de ellos, subrayó el funcionario, el Partido tiene la máxima responsabilidad de «organizar y dirigir las garantías políticas, sobre la base de la experiencia acumulada y la actualización de los demás».

Asimismo, insistió en la importancia de velar por que en cada uno de estos procesos se respeten las normas legales y los principios éticos establecidos por los órganos y organismos estatales, las autoridades electorales, los candidatos y la población.

Todos estos procesos, subrayó, están respaldados por la Constitución de la República, en la que el texto especifica que la Asamblea Nacional ordenará, dentro de los dos años siguientes a la Constitución, iniciar el proceso de consulta popular y referéndum sobre el proyecto de código de familia. .

Asimismo, en sus artículos 105 y 187, respectivamente, se define que la Asamblea Nacional del Poder Popular se elige por un período de cinco años, mientras que la Asamblea Municipal del Poder Popular se renovará cada cinco años, coincidiendo con la duración de la mandato de sus delegados.

La calidad de cada uno de estos procesos, dijo, dependerá en gran medida de la calidad de las asambleas municipales.

Como un proceso muy importante, consideró la rendición de cuentas de los delegados a sus constituyentes, uno de los procesos políticos más masivos que se desarrollan en nuestro país. Este proceso, subrayó, tiene un peso importante, porque es el paso previo a todos los demás que se llevarán a cabo posteriormente y, por tanto, será determinante en su calidad.

Si bien la materialización de estos procesos es muy cercana en el tiempo, no se puede ignorar – enfatizó – que se llevarán a cabo en diferentes contextos en función de las complejidades económicas y sociopolíticas, la situación epidemiológica, el empeoramiento del bloqueo y la guerra mediática eso que hacemos.

Se hizo especial hincapié en la atención prioritaria que debe darse a las propuestas de los votantes. En el marco de las limitaciones económicas existentes, es necesario definir los privilegiados, por decir los que se han resuelto, y en el caso de los que no se pueden resolver en el corto plazo, brindar a la población la explicación pertinente. .

El fructífero debate que generó este primer punto de la jornada inició con la intervención de Caridad Diego Bello, jefa de la Oficina de atención a los asuntos religiosos del Comité Central, quien estimó que el ejercicio de una amplia participación en el país será una consulta mayor. proceso que se llevará a cabo sobre el Proyecto Código de Familia, entre los meses de febrero a abril de 2022, luego de haber sido aprobado por la Asamblea Nacional del Poder Popular.

Es un Código moderno, dijo, «que promueve la inclusión de todos y nos pone en condiciones de realizar una consulta popular profunda y revolucionaria, donde debemos obtener la mayor participación de nuestra población».

Uno de los mayores desafíos hoy es, reconoció, que logremos que nuestra gente lea el Proyecto, donde los derechos son verdaderamente otorgados y beneficiosos para las familias cubanas que antes no estaban establecidas. Es importante asegurarse de que nadie «ofenda al otro al tener opiniones diferentes sobre estos derechos», dijo.

Como parte de sus reflexiones, insistió en la importancia de fortalecer el Poder Popular en todos los ámbitos, para que podamos vincular cada uno de los procesos que se llevarán a cabo próximamente en el país. Esto nos permite, enfatizó, que a cada paso el proceso democrático de participación popular en Cuba emerge mucho más fortalecido.

Consciente de los múltiples desafíos que estos procesos plantean a la juventud cubana, la secretaria del Comité Nacional de la Unión de la Juventud Comunista, Aylin Álvarez García, valoró la importancia de la participación de los jóvenes en el proceso de consulta. Este es un Código, agregó, «principalmente para los jóvenes, porque los jóvenes somos responsables de crear las familias del futuro y no podemos permitir que se quede en el país un solo joven que no conozca su contenido».

Por otro lado, consideró que la forma en que conduzcamos los próximos procesos dependerá en gran medida de cómo nuestros niños y jóvenes comprendan, por ejemplo, por qué en Cuba las urnas las llevan los pioneros, o por qué el voto es un derecho adquirido.

Asimismo, subrayó la responsabilidad de la Organización hacia quienes votarán por primera vez. Todo lo que hagamos en base a ellos también será una garantía de que realmente comprenden todos estos procesos, valoró.

Sobre el papel de los jóvenes de manera específica, el viceprimer ministro Jorge Luis Perdomo Di-Lella dijo que en medio de los importantes procesos políticos que vamos a enfrentar, el apoyo que representan es vital para que se entiendan los temas. Los niños pequeños, dijo, tienen muchos menos prejuicios, lo que puede ayudar a comprender muchos problemas en las familias. En este sentido, también insistió en el papel fundamental que deben jugar las escuelas y universidades en el apoyo a estos procesos.

Yaninade la Nuez Aclich, primera secretaria del Comité Provincial del Partido en Mayabeque, reconoció la complejidad de los próximos procesos, que deben ser seguidos en todo momento por el Partido. También debemos ser conscientes de que en todos los lugares no se pide trabajar de la misma manera en una determinada cuestión, recordó.

El trabajo en los barrios, dijo, es una oportunidad para valorar el trabajo del delegado, y a cambio nos da una medida de lo que queda por hacer en relación al trabajo en los barrios.

Todos estos procesos, reconoció la integrante del Buró Político y Secretaria de la Federación de Mujeres Cubanas, Teresa AmarelleBoué, representan una gran oportunidad para las organizaciones de masas que también están inmersas en un momento de fortalecimiento en los barrios.

El Código de Familia es justicia social, dijo, porque respeta los derechos de todos, por eso es tan importante que la gente se vea reflejada en él y sienta que es lo correcto, el socialismo cubano.

Finalmente, el miembro del Buró Político y secretario de Política de Organización y Gestión, Roberto Morales Ojeda, consideró que el Código de Familia es inclusivo y sigue demostrando la grandeza de la justicia social que defiende nuestro sistema socialista.

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Foto: Sitio web del partido

Asociado al tema de las elecciones municipales y nacionales del Poder Popular, destacó la importancia que emanan de las personas que están en mejores condiciones para representar al pueblo como parte de un mismo pueblo. «En la misma medida en que tengamos mejores delegados de base, podremos tener diputados más competentes», dijo.

En la medida en que cada uno haga bien lo que debe hacer, cada uno de estos procesos -recalcó- se convertirá en una victoria más de la Revolución.

(Tomado de Sitio web del partido)

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