Tomado de Diario de la vanguardia
Según el director del centro Juan Ramón Sansó Alfonso, la institución ha creado las condiciones para cumplir con las medidas de higiene e higiene. El psicólogo organiza charlas educativas para explicar a los alumnos por qué no pueden irse a casa.
“Tenemos una fuerza laboral de 81 niñas y niños. Seis de ellos son de Camagüey, tres de Ciego de Ávila, siete de Sancti Spíritus, cuatro de Cienfuegos y el resto de Villa Clara con 47 medias madres de Santa Clara. Hemos prohibido el acceso a profesores o estudiantes con síntomas respiratorios. Tenemos soluciones para el lavado de manos y estribos, así como la indicación para el uso permanente de nasobuco ”, explicó.
La escuela tiene un sistema de pases de 21 días, pero ahora se extenderá, sin especificar cuándo se puede hacer. Durante este tiempo, el claustro y los rehabilitadores trabajarán para reforzar los contenidos y hacer avanzar las valoraciones.
Lorena Tubal Pérez, en 4º lugar, es de Camagüey y no sabe cuándo verá a su familia. Sin embargo, afirma sentirse bien en la escuela. Le encanta la comida. Aquí ella ha progresado y confía en su promoción al quinto grado. Sus compañeros Laritza Rondón Verdecia y Dian Luis Suárez Arabú coinciden. El primero es de Santa Cruz y tiene 10 nasobucos, mientras que el segundo conoce la importancia de lavarse las manos con agua y jabón y el distanciamiento social. “Durante el tiempo que permanezca en la escuela, usaré la mascarilla, la cambiaré cada tres horas. Tengo la intención de jugar y aprender más ”, dice el pequeño, de Cabaiguán.
Si el tiempo de permanencia en el centro es aún mayor y finaliza la etapa pedagógica, contaremos con el apoyo de profesores de arte y de talleres de creación para continuar la preparación de los alumnos. Se organizarán juegos de participación y, sobre todo, se trabajarán las acciones de rehabilitación que tanto necesitan estos menores con discapacidad física y motora.