Tomado de Diario de Granma
La noticia del cambio en el diseño de los uniformes escolares, aunque bien recibida, también ha afectado a las familias, considerando que los niños y adolescentes llevan mucho tiempo en casa, y muchos ya no usan el uniforme que poseen, y que, con la excepción de para quienes se inicien en la docencia, el resto solo se venderá como módulo, es decir, una pieza inferior y una pieza superior.
Al respecto, la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez, explicó a Granma que la comercialización del uniforme se diseñó teniendo en cuenta la disponibilidad de materias primas, entregas de la industria textil y la fecha de reanudación del curso en los diferentes provincias, favoreciendo a quienes pudieron completar el curso correspondiente al período 2020-2021.
Por eso, agregó, Las Tunas y Cienfuegos comenzarán este proceso a fines de noviembre, luego se unirán Holguín y Camagüey en enero, mientras que el resto entre febrero y marzo.
Aclaró que el precio de venta al público del uniforme ronda los 300 pesos, dependiendo de las variaciones en las estructuras de las habitaciones, tanto más bajas como más altas.
Hay, agregó, un grupo central de aprobación de la Ordenanza de Tarea, que establece que la población paga el 50% del valor del uniforme, y el resto corre a cargo del presupuesto estatal.
«Aquellas madres que no tengan la capacidad para soportar este precio, recibirán ayudas de la prestación de asistencia social, a través de las direcciones municipales de trabajo».
Explicó que en los criterios de distribución se da prioridad a las notas iniciales, digamos preescolar, 5º, 7º. y 10., los que recibirán prendas inferiores y superiores. Para el resto de clases se venderá un uniforme por continuidad de estudios, y los que cierren la última clase lo harán con los uniformes vigentes.
Como característica especial, dijo, los estudiantes podrán seguir usando el diseño de uniforme anterior, porque «entendemos que una sola pieza no es suficiente para los continuadores».
Confirmó que no existe una decisión que impida que el niño vaya a la escuela con el otro uniforme, incluso si es un alumno que está comenzando a enseñar, dijo. “Coexistirán diferentes tipos de ropa y colores, ya que el cambio no es inmediato, sino más bien un proceso gradual”.
También hemos acordado con el Ministerio de Educación que una vez reiniciadas por completo las clases presenciales se realizará una valoración integral de los niños con mayor necesidad de vestuario escolar y, en base a esta identificación, podremos dar la hijos madres el derecho a adquirir existencias mínimas uniformes disponibles en nuestras unidades. Los precios de estos uniformes, aunque sean del diseño anterior, serán similares a los aprobados en el entorno actual ”.
Explicó que casi toda la materia prima para confeccionar los uniformes es de importación y que las recibidas este año ya tenían incluidos los costos de la ordenanza; Como tal, su venta está cubierta por la nueva decisión del Ministerio de Finanzas y Precios.
Ampliar la red de marketing donde sea necesario, mantener el vínculo entre la unidad de retail y las escuelas, así como ampliar el horario de atención y asombrar las ventas, son algunas de las medidas que implementará el comercio interno para evitar aglomeraciones. y buscar el servicio más eficiente posible, aseguró el gerente de la agencia.
Díaz Velázquez recordó que las principales transformaciones del uniforme escolar radican en el retiro de los tirantes y el doble clavo en la parte posterior de la falda, en el caso de la escuela primaria; mientras que para la universidad, se reemplaza el color amarillo en las dos prendas inferiores, que ahora serán azules, como en la educación preuniversitaria.