En una pequeña sala de la Dirección Municipal de Educación de Morón, en la provincia de Ciego de Ávila, entre computadoras, televisores y otros equipos, Yenni, Yaimari, Arisley y Richard, cuatro jóvenes que integran el Grupo de Tecnologías Educativas de este territorio.
Dicho así, su labor en un sector que tiene misiones tan responsables como la docencia de una familia de alumnos que supera los 10.900 integrantes en 40 escuelas puede parecer intrascendente.
Sin embargo, la responsabilidad de asegurar la disponibilidad técnica, el mantenimiento y la funcionalidad de toda la red de conectividad dispersa en las escuelas del municipio recae sobre ellos.
Yenni Montero Pérez, líder del grupo, explica que a pesar de sus esfuerzos, actualmente logran tener en funcionamiento 246 equipos informáticos, lo que representa el 74%, lo que les obliga a no dejar de buscar soluciones para quienes tienen disrupciones.
Señala que, por otro lado, se está avanzando con el aumento de usuarios en las páginas institucionales, con 31 establecimientos educativos conectados, las únicas limitaciones en las escuelas rurales donde aún no se dispone de líneas telefónicas.
Arisley Castillo La Rosa trabaja en el grupo como administradora de red: “Es una tarea de perseverancia y responsabilidad pero somos parte de un equipo donde se destaca la unidad de acción, factor que hace que seamos un grupo gigante, aunque seamos pequeños en número.
La labor de estos cuatro jóvenes es constante, velando por la seguridad informática y audiovisual, actualizaciones de antivirus y muchas otras constantes en materia tecnológica, imprescindibles en los nuevos programas de mejora hacia los que se encamina la educación cubana.