Miguel Díaz-Canel, presidente de Cuba, destacó hoy en Twitter que se está redactando un texto integral y consensuado para el Código de Familia, que se asemeja cada vez más al país..
El mandatario expresó en la red social que el Proyecto ya cuenta con la versión 23, que incluye las más de 500 opiniones recabadas durante las consultas con especialistas.
“Nos reunimos con el comité de redacción del Código de Familia. Se presentó la versión 23 del anteproyecto, luego de haber recibido más de 500 dictámenes en consulta con especialistas. Llegamos a un texto global y consensuado que se parece cada vez más a #Cuba ”, escribió también Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista.
En octubre culminaron los debates especializados sobre el anteproyecto, que se desarrollaron en 47 instituciones y organismos de todo el país, como la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, la Central de Trabajadores de Cuba, la Facultad de Psicología de la Universidad de La Habana. y la Sociedad Cubana de Psicología.
Por cierto, el ministro de Justicia, Oscar Silvera Martínez, destacó la participación efectiva en este proceso, y describió el texto del código de familia como una ley con todos los derechos para todos.
El proyecto de ley será presentado el próximo mes de diciembre a la Asamblea Nacional del Poder Popular para su aprobación por los diputados y posterior consulta popular.
Defiende el proyecto de código de familia para el bienestar de las personas mayores
Teresa Orosa Fraíz, presidenta de la Cátedra de Mayores de la Universidad de La Habana, considera que el proyecto de Código de Familia es muy inclusivo con las personas mayores.
Destaca en particular lo relacionado con el derecho a la comunicación de los abuelos con sus nietos, un nuevo aspecto que protege el rol de los abuelos, en el que se genera una relación emocional de compromiso y dedicación mutua., declaró en exclusiva a la agencia cubana de noticias.
La Maestría en Gerontología Social y Psicología de la Educación ilustró cómo en ocasiones los padres, en determinadas circunstancias, deciden cortar este vínculo y por el momento no existe una figura legal que proteja dicho régimen de comunicación.
Asimismo, destacó el adecuado trato que se otorga en el Anteproyecto de Ley a los derechos de las personas mayores en su entorno socio-familiar, y subrayó la importancia de la autonomía.
Durante la pandemia, se expresó en algunas familias una sobreprotección hacia los adultos mayores, generalmente de buenas intenciones, por ser declarados vulnerables, y se subestimaron sus procesos de autonomía, cuando las investigaciones señalan su resiliencia, su adaptación a nuevas rutinas y proyectos, asimilación y percepción de riesgo en estas condiciones, especifica el docente.
Insistió en que, en los procesos naturales de la vida, la vejez suele verse acompañada de discapacidad o falta de responsabilidad, mientras que ocurre lo contrario, y las personas deben aprovechar la capacidad de tomar decisiones hasta el último momento.
Desde el punto de vista psicológico, agregó, la autonomía es fundamental para la salud mental de las personas mayores, por lo que el nuevo Código en debate promueve el bienestar de este grupo de edad a través de su subjetividad y su participación en la familia.
El experto también planteó la cuestión de los cuidadores, que queda muy bien reflejada en la propuesta de reglamento, ya que se reconoce su importancia a la hora de identificar estas figuras, sus deberes y derechos, y no solo en lo que respecta al cuidado de las personas mayores.
Asimismo, Orosa Fraíz mencionó las sugerencias realizadas por el Presidente durante las consultas especializadas con los responsables de la elaboración del Código, entre las que destaca la posibilidad de plantear, además de los derechos, los deberes de las personas mayores con la familia, así como el ‘ Opción de separar este grupo del capítulo en el que se aborda la situación de discapacidad, ya que se trata de cuestiones diferentes.
En general, expresó que constituye un magnífico documento en el que se recoge toda la vida familiar de cubanos y cubanos, y en esta etapa de examen y lectura se contemplan otros aportes con el fin de someter a aprobación un documento más completo e inclusivo que integre a las personas mayores con participación y participación. no con un enfoque de bienestar.
El académico quiso decir que el proceso de envejecimiento poblacional y relevo generacional en el país requiere de otras nuevas leyes y figuras legales que protejan a la población anciana.
Es un verdadero desafío, comentó, porque somos muchos y diferentes, pero la proyección de programas de atención y leyes para nuestro grupo poblacional debe tomar en cuenta que hay millones de personas mayores.
No somos como nuestros abuelos y tenemos que empezar por entender lo que significa ser una persona mayor en este tiempo y es necesario que la normativa legal responda a las características, necesidades, intereses y planes de este nuevo tipo de persona mayor, expresó. concluido.
El 21,3% de la población cubana tiene 60 años y más, el doble de lo que existía hace cuatro décadas, y se estima que el 45% de los hogares son ancianos, la mayoría con el rol de abuelos. .
Además, unos 200.000 niños y niñas de la isla viven solos con sus abuelos, lo que refuerza la necesidad de defender y proteger a estas personas mayores, a menudo en un vacío legal.
(Con información de ACN)
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