Tomado de sitio web de CPC
Este 14 de diciembre La Habana es escenario de la XX Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP).
En el Palacio de la Revolución recibe el Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, a los dirigentes que participarán en el encuentro.
El Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, dio una calurosa bienvenida a los participantes de la XX Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos y saludó los 17 años de su inicio de este mecanismo de concertación política.
También saludó la reincorporación de Santa Lucía al bloque y los triunfos electorales en Venezuela, Nicaragua y Bolivia, que le permiten consolidar los procesos progresistas en estos hermanos países.
Recordó que el injusto sistema financiero internacional es incapaz de resolver los problemas globales, principalmente los desastres naturales y los derivados del cambio climático. “Con la pandemia han aumentado los índices de pobreza, desempleo y desigualdad en América Latina y el Caribe”, dijo el mandatario y culpó al injusto orden económico internacional.
“Muchos de los integrantes de este mecanismo de integración del que nos sentimos tan orgullosos son víctimas de la aplicación de medidas económicas coercitivas unilaterales, que se han recrudecido en los peores momentos de la pandemia, llamando a la maniobra política y la manipulación mediática”.
Elogió la cooperación brindada a decenas de países, incluidos los de esta Alianza, y saludó las reiteradas muestras de solidaridad y la oportuna asistencia recibida, “especialmente de muchos de ustedes”, durante los momentos más difíciles de la pandemia, agregó.
El Presidente cubano elogió la unidad, la solidaridad y la cooperación nacidas del ALBA-TCP, que se afirma en el poder de los pueblos para transformar la historia. “Los que hemos centrado nuestras energías y potencialidades en torno al ALBA-TCP no encajamos en los moldes diseñados por el Imperio para sus súbditos”.
En medio del peor vendaval que ha visto el mundo, el ALBA-TCP no se desvió. Adaptó la práctica de la solidaridad, principio fundacional de la Alianza, a las condiciones y posibilidades de cada parte y la cooperación mutua fue inmediata.